Tres semanas fuera cambian la mirada…

Ya se acabaron las vacaciones y tras pasar tres semanas en una zona que me gusta mucho, tuve ganas de compartir con vosotros algunas de las sensaciones que me llevaron a volver allí por séptima vez…

Mi zona de veraneo se halla en el valle de Valleraugue, al pie del monte Aigoual. Para llegar allí la única opción es el coche pero las autopistas más cerca quedan a más de 70 kms y alcanzarlas supone enfrentar estas carreteras secundarias típicas de las zonas de montes con curvas y más curvas.

Eso explica que el valle sigue a salvo de las transformaciones que conlleva el turismo de masas y conserva cierta autenticidad.
Pero la contrapartida económica de este privilegio es muy elevada.
Las actividades tradicionales de producción de seda desaparecieron años atrás y las empresas de confección correspondientes cierran una tras otra.
Sólo quedan las actividades agrícolas como el cultivo de una variedad especial de cebollas (muy suaves, casi azucaradas), la producción de un queso de cabra que se llama pelardon (¡riquísimo!) y la crianza de ovejas.

En este contexto resulta casi imposible encontrar un trabajo sin abandonar el valle así que los feligreses viven de manera muy sencilla y compensan unos ingresos bajos cultivando un huerto.

Por cierto algunos precios locales despistan cuando uno los compara con los precios parisinos. La chocolatine cuesta 0€75 en vez de 1€05 y para los productos locales la diferencia es peor todavía (0€90 el kilo de cebollas en vez de 4€50 en París…)

Cada vez que pasó un rato en esta zona tengo la sensación de estar a años luz de la frenesía consumista parisina y esa sencillez algo rústica de gente que quiere su tierra me regenera por dentro.

Un día dedicaré una página a esta región pero de momento tengo ya bastante por hacer con la ciudad de las luces.
Y ahora sólo falta escoger la fecha y la duración de la próxima estancia…
¿Setiembre?

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3 respuestas a Tres semanas fuera cambian la mirada…

  1. Maxatl dijo:

    Caol, tus cuentos sobre Valleraugue me recuerdan un paseo en invierno a Bretaña que hice con mi novia francesa, a visitar a sus primos locales. Fue increible ver esa realidad rural de Francia,que uno nunca conoce.
    A fines de Julio parto nuevamente a París, me tendré que poner al día con tus datos, porque hace ya unos meses que no lo visito.
    Saludos,
    M

  2. caol dijo:

    ¡Gracias por la bienvenida!
    En septiembre, volveré por octava vez en mi valle preferido.
    Espero tener tiempo de diseñar algunas páginas sobre este sitio que tanto me gusta y aprovechar esta nueva estancia para pillar las fotos que no tengo todavía :-)))))))

  3. Ana dijo:

    Bienvenida, Caol. Te echaba de menos.
    Me alegro mucho de que lo hayas pasado bien y hayas podido cambiar de aires en un sitio tan precioso (he visto las imágenes de tu lugar de vacaciones en el google, ya veo que también hay algunos comentarios tuyos por la web). Habrá que tenerlo en cuenta alguna vez, aunque a nosotros nos coge demasiado lejos, pero ¿quién sabe? Tal vez algún día tengamos tiempo de sobras para conocer todos los rincones que nos gustan. De momento, mejor que no vaya demasiada gente y puedas seguir disfrutándolo en paz y sin el boom del turismo, ¿eh?
    Y ¿ya buscando un lugar para escaparte en Septiembre? Pues si es en la primera quincena y te apetece volver por Granada, Manolo y yo estaremos encantados de ir de tapas contigo, ya sabes. (En la segunda quincena, probablemente, vayamos a Egipto).
    Un abrazo, y en cuanto vuelvas a ubicarte en la gran urbe, sigue deleitándonos con tus paseos.

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