Callejeando…

La posibilidad de extraviarse entre semana cambia tu relación a la ciudad: las calles que mirabas desde cierto horario y a veces corriendo desvelan otras características.

El pasado jueves la plaza de Italia ya lucía una parte de las decoraciones instaladas para celebrar el año nuevo chino. Banderas y farolillos rojos le daban un toque alegre a esta plaza bastante ordinaria.
El tiempo suave invitaba a pasear y a visitar las tiendas de la avenida de los Gobelinos y mientras pasaba por allí, pensaba que esta avenida resultaría bastante representativa de la realidad ordinaria de París, muy diferente de los extremos lujosos o miserables que suelen presentar los medios de comunicación.

El viernes quise recorrer la parte del distrito 18 en donde los musulmanes organizan su oración en la calle porque sus mezquitas no pueden acoger a toda la gente presente.
Supongo que me equivoqué de horario porque en ninguno de los sitios mencionados por la prensa encontré huellas de la celebración. Tendré que informarme más…
Pero como cada momento regala su cosa buena , este paseo me dio la oportunidad de descubrir el almacén de zapatos instalado en un antiguo cine. ¡Impresionante!
A continuación recorrí la calle des Poissonniers y constaté que en su acera oeste, entre la calle Dejean y la calle Doudeauville, las mujeres del barrio se dedican al comercio paralelo y proponen prendas, accesorios, verduras que no sé identificar, …

El sábado me llevó hacia el distrito 14 en donde tuve la sorpresa de cruzar el médico que suelo visitar en mi barrio.
Tras escuchar unas conferencias muy interesantes en una sala perdida en medio de una zona residencial, recorrí la larga avenida del General Leclerc y me impresionó la cantidad de gente que vi en las tiendas. Las tiendas todavía proponen rebajas y se trataba del primer fín de semana del mes, justo despues de cobrar… Pero a pesar de todo despista la contradicción entre este consumismo desenfrenado y la copla acerca de la crisis generalizada…

En el centro de París varias manifestaciones provocaban un caos de gente y de coches. No pude seguir contemplando la ciudad desde mi autobus y me metí en el metro en donde me esperaban dos imágenes llamativas.
En la primera, una chica con su pañuelo islámico utilizaba una de las últimas herramientas de la modernidad (un ipod) para leer un texto explicando «como preparar a tu esposo los platos que prefiere«…
En la segunda un treintañero estaba leyendo una larga nota titulada «presentación de los grupos de animadores de la reflexión sectorial«. El concepto me pareció bastante complicado pero todo se aclaró cuando vi al pie de las páginas la firma de una gran empresa de auditores: ocultar los objetivos reales tras unas palabras pervertidas.

Por suerte el domingo se nos regaló un cielo primaveral perfecto para disfrutar la frivolidad ambiente…

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Una respuesta en “Callejeando…

  1. Giralquivir dijo:

    Hola Caol, como uno de tus buenos asiduos, creo que sabes que te leo regularmente, echo mucho de menos que nos sigas mostrando nuevos sitios a descubrir en París con tu particular y encantadora forma de hacerlo. No te riño, no tengo derecho, sólo te lo recuerdo. Supongo que estarás muy ocupada. Un abrazo me mantengo a la espera.

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