Llevaba meses sin meterme en el metro y la experiencia del otro día me dió rabia.
En la estación Bastille, pegaron carteles para una película sobre las puertas de salida.
En Saint-Paul pegaron un plástico sobre toda la superficie de las paredes de la estación.
Y hoy me llegó un mail para participar a un sondeo sobre… la publicidad.
Me presentaron una lista de sitios en donde suelen colocar carteles o pantallas y me propusieron varias respuestas para describir mis sensaciones. Por cierto olvidaron la línea que más refleja mi pensamiento :
«la publicidad no es más que una contaminación urbana extra.»
¡Definitivamente, odio la publicidad!