Esto es el último concepto inventado por un gran almacen de bricolage para atrapar a los clientes: durante las vacaciones escolares, tienes que renovar tu casa para que se vuelva más acogedora / confortable / práctica / bella (tache lo que corresponda).
Yo me metí en este almacen por casualidad, con la ambición de cumplir mi buena intención número 22 : cambiar la moqueta de mi balcón. Acababa de ver un césped artificial de precio exorbitante y entre en busca de una solución más económica.
Me impresionó la cantidad de gente que había en el almacen. Total en vez de vagar en medio de las secciones generalmente tranquilas, preferí la eficacia y en un plis plas encontré lo que buscaba.
No sé si esta afluencia se explica por la campaña de publicidad o por el éxito de estos programas televisados de transformación de los pisos. Lo que si sé es que conseguí escaparme muy pronto de este caos.
Necesité casi dos horas para instalar esta moqueta pero con su nuevo vestido verde mi balcón tiene de verdad buena pinta y las gatas parecen muy contentas.