Si tuviera que escoger una palabra para resumir los acontecimientos de esta semana, creo que la palabra trapos vendría de maravilla.
El miércoles surgió la idea de modificar el estilo de un abrigo entallado cambiando sus botones. Asi fue como pasamos casi una hora en esta tienda-cueva de ali baba del distrito 11. Tres miradas expertas escudriñando por todas partes y al final una elección unánime para un cambio bastante radical, transformando un abrigo casi militar en fantasía bastante femenina.
La siguiente etapa nos llevó a una tienda en donde fabrican y venden sombreros para la segunda del trío. Mientras buscaba el modelo de sus sueños, confieso que pasé un rato muy divertido probando sombreros de todas clases. Y cuando encontró lo que buscaba, seguimos rumbo al sitio que me interesaba a mi (una pastelería argelina) pero desgraciadamente estaba cerrada por obras.
Ayer tocaba aprovechar la última semana de rebajas y comprobar si el pantalón que le gustaba a mi amiga seguía disponible con un descuento presentable. Larga caminata porque es preciso merecer las cosas, y como nos acompañaba la suerte mi amiga encontró lo que buscaba. Yo no buscaba nada pero esta tienda es una tremenda trampa en donde siempre encuentro algo que me gusta…
Cuando empezamos el largo camino de vuelta para expiar, decidimos que para compensar tendríamos que aguantar como mínimo un mes sin comprar trapos. Ya lo experimenté en otros tiempos y sé que puedo sobrevivir 🙂
Y ahora sigo con el trapo que compré unos días atrás, una fantástica muselina de seda que me esperaba en medio de una masa de retales. Todavía tengo 3 metros por dobladillar…
A ver si puedo lucir una nueva bufanda naranja mañana.
Franjavi: Este abrigo es de una amiga. El de las buenas intenciones no se movió ni de un milimetro.
Concetta: los tiempos cambian y también cambia lo que buscan las personas. Pero no imagino bien como sería una persona que ya no busca nada, ni siquiera recuerdos.
Hola
Hace un tiempo que he perdido el gusto por las compras, no se si será debido a que mis antiguas tiendas fetiche han rebajado tallaje….. casi seguro es que yo he ganado talla, años y gustos. Ahora me lo paso mejor en un mercadillo local buscando alguna vianda cultivada en un huerto, donde los tomates saben a tomate y las verduras tienen fragancia a fresco, (como el que cultivaban mis padres), también paso algunas horas en librerías de viejo buscando encuadernaciones maravillosas y por tanto escasas.
Leyéndote me ha venido a la mente una imagen nostálgica de años pasados, en los que era feliz, muy feliz….. en busca de la ganga de la temporada. Los tiempos cambian y las personas también
Saludos
Concetta
Hola Caol.Ese abrigo no es el que arreglaste en el 2009???.Hay que recurrir al fondo de armario.Acabo de»regatear» unos saldos al -50% y les he conseguido sacar un -70%.Es el momento!!!CUATRO COSAS DE VEZ EN CUANDO NO HACEN MELLA EN LAS ECONOMIAS.Yo no tengo verguenza a los colores.Comprobastes que soy bello.(es broma).Te quedara muy bien la naranja.Eres «exotica».Bravo Caol.Saludos (Atencion:Los argelinos no emplean la manteca en vez de la mantequilla???)