Mientras estaba de vacaciones, no paró la movilización social a propósito de las jubilaciones y esta semana tocaban dos manifestaciones, una el martes y otra el sábado.
Desde mi universo laboral, lo que más me llama la atención es la cantidad de gente que se implica en el movimiento.
Son muy pocos los que se declaran huelguistas (4 días de huelga declarados entre una veintena de personas y 3 fechas…) pero es que también son muy pocos los que pueden renunciar a 1/30 de su sueldo.
En cambio son muchos (casi la mitad) los que no trabajan cuando toca un día de huelga y que utilizan para eso los días de reducción del tiempo de trabajo. La mayoría lo hace para guardar a sus niños o para librarse de los problemas de transportes. Pero algunos participan a las manifestaciones.
Lo cierto es que cuando dicen que las manifestaciones reunen más o menos 3 millones de personas, eso queda muy por debajo de la cantidad de gente que participa en algun momento a la movilización.
Yo lo vivo muy concretamente con mi adjunta.
El pasado martes a ella le tocaba ausentarse y manifestar mientras peleaba con mi dirección y algunos abogados. Ayer a mi me tocaba desfilar mientras ella disfrutaba un fín de semana asociativo. Y mañana vamos a negociar lo que hacemos en la próxima fecha… 🙂
Si el pasado martes fue todo un éxito, las cifras oficiales de ayer no dejan de asombrarme. Si comparo con la sesión del 23 de septiembre, el cortejo sindical me pareció mucho más denso y con una longitud parecida. Pero no vi el cortejo del martes y sospecho que ese día las condiciones meteorológicas reforzaron la motivación…
Al margen de estos acontecimientos sociales, esta semana también me regaló un estupendo momento musical. El pasado lunes, Dhafer Youssef tocaba con Tigran Hamasyan en La Cigale, una sala de conciertos del distrito 18. Descubrí su último disco en junio y tenía unas tremendas ganas de escucharle en directo. Su música mezcla tradición árabe y jazz y cuando entona uno de estos cantos/llantos que puntuan sus melopeas, te ataca directamente las tripas.
Fue un excelente momento de estos que te nutren por dentro et te comunican una energía regeneradora…
A ver lo que regala la semana que viene…
Hola Caol, no he visto mucho la tele los últimos días, pero en lo poco que veo, ¡que coraje tenéis!. Ya sabes que soy muy pacífica, pero no puedo dejar de admirar lo que os implícais y lo peleones que sois, pasa un buen día y gracias por el blog que cada día está mejor. Besos
Hola, de nuevo el pueblo francés, en mayoría los jóvenes, encienden la mecha, para que la dignidad y libertad de los trabajadores no se vaya a la porra. Lo esperaba hace tiempo… que serían ellos como muchas veces en la historia. Aquí en España ¡muy bien! viendo en televisión Gran Hermano, las desventuras de la «cornuda mediática» y entretenimientos varios…
¡¡¡ Que siga la fiesta!!!
Solidaridad Caol