¡Todos Santos!

Resulta complicadisimo conseguir informaciones acerca del movimiento social.
La mayoría de los periodistas de los grandes medios de comunicación se pasa la vida anunciando bobadas (alertas por atentados exclusivamente los días de manifestación) o comentando el fín de la movilización cuando se sabe por otra parte que permanecen acciones por todas partes.

Sin embargo el pasado jueves ya no se notaba el entusiasmo de los últimos días y los sindicalistas ya no animaban a la gente en la puerta de mi instituto.
Pero a pesar de todo dos millones de personas participaron a las manifestaciones lo cual, en medio de las vacaciones escolares y con una ley ya votada por el senado, es una cifra bastante alta.

Nadie sabe como evolucionará el proceso.
Lo cierto es que para seguir adelante es preciso cosechar dinero para los que ya perdieron el sueldo de un mes e inventar nuevas formas de protesta.
Ya veremos cuanta gente se une a la manifestación del próximo sábado.

A pesar de una agenda muy apretada, esta semana me regaló algunos momentos singulares.
En una bodega del distrito 9, me dieron clases de sociología acerca de la identidad laboral. Y al día siguiente me regalaron un vagabundeo musical en el estudio de grabación de un pianista.

Hoy, fiesta de Todos Santos, hice un largo paseo por la colina de Montmartre con un grupo de españoles.
En mi universo mental, esta fecha coincide con un día festivo y NO SE TRABAJA. Pero la realidad contemporánea ya no es así. El supermercado de mi barrio estaba abierto hasta las 20, la tienda de congelados cerraba a las 14 y en el paraíso de las modistas, vi varias tiendas de tejidos abiertas…
Hablé un rato con algunos dependientes y me parecieron muy perplejos: habían conseguido pago de horas extras y el volumen de negocios no compensaba…

Y luego algunos se asombran al constatar que la teoría marxista vuelve de moda en los desfiles…