París, ciudad de contrastes…
Tras un fin de semana en el parque de la Courneuve y unas jornadas anodinas, me tocaron dos días de formación en la zona de la Défense y, más precisamente, en la parte norte del gran arco.
El primer día escogí el trayecto más sencillo y más económico : pasé por la línea 1 del metro. Eso me dio la oportunidad de observar una interesante colección de espectros, envarados en los trajes emblemáticos de sus estatus, y de medir la distancia que me separa de esta gente…
Nada más llegar dediqué une rato a recorrer la gran sala que sirve de transición entre el universo de los transportes y el mundo comercial o laboral.
Constaté que tenía la misma sensación que en la sala de los enlaces de la estación Les Halles, en donde las personas se mueven de manera caótica, como las moleculas de un gas. Y tras una exploración relativamente rápida, me acerqué al gran arco.
La entrada norte del arco es un espacio moderno y relativamente frio. Me otorgaron una tarjeta de visitantes y pude acceder a la decimocuarta planta en donde organizaban la formación.
Desde esta altura, la gente en el suelo se parece a hormigas corriendo por todas partes.
El desfase perduró cuando llegó la formadora, norteamericana y muy representativa del «yes we can» de su pais de procedencia. Me impresionó la ausencia total de escrúpulos a la hora de presentar un tema que no controlaba… Por suerte el cursillo reunía sólo cuatro personas, dos mujeres, dos hombres, dos empleados del sector privado, dos del secto público, … y pudimos instalar un intercambio realmente provechoso acerca del tema planeado: la inteligencia emocional…
Tras varias horas encerrados en una sala y a pesar de la vista, relativamente interesante, me pareció imprescindible inventar un espacio de transición antes de volver a la vida normal.
El primer día, abandoné el metro en la plaza del arco del triunfo y volví a casa en autobus.
Al día siguiente caminé un rato por la explanada de La Défense antes de meterme en el mundo subterráneo del metro.
Y si me toca otra formación, controlaré que no pasa en este barrio.
Hola Carol!!
Hace mucho que no te leiay justo hoy me encuentro con el articulo de LaDefensa,donde dormimos la última vez que estuvimos por alli..en Abril de 2010.
La verdad es que la linea 1,no tiene mucho que ver con el resto,es muy aseptica,pero no esta mal del todo,porque al ser el final o el principio,segun se mire,hay menos jaleo humano(algo que agradece una persona que aborrece el metro).
A mi el arco me resultó demasiado moderno,pero igual de impresionante que cualquier obra de estos tamaños.Pero donde este Montmartre…