Inauguré la semana con la asamblea general de la asociación de los parisinos.
Descubrí que si contaba 195 socios al principio del 2011, ahora somos 311 y este desarollo necesita varios ajustes de la organización. También descubrí que son 4900 los turistas que participaron a uno de los 2000 paseos organizados por los parisinos. Al charlar con los demás voluntarios constaté que todos son enamorados de París y con gusto regalarán un paseo a quién lo pide en la web de la asociación.
Tras este principio alentador, resultó más fácil resistir al frio de temporada (tanto más fácil que saqué del armario la ropa de alta montaña… ).
En la radio, invitaban a limitar el uso de los aparatos eléctricos y el miércoles, al marcharme de casa, constaté que el Sagrado Corazón no estaba iluminado. Ese día fue cuando tuvimos un breve episodio nevoso pero con la cantidad de sal que echaron los barrenderos por las calles de París, no permaneció en el suelo.
De paso, constaté que la dársena de la Villette estaba cubierta de una capa de hielo y según tengo entendido, un rompehielos empezó a hacer idas y vueltas. Pero no tuve la oportunidad de comprobarlo en directo.
Entre los momentos divertidos de la semana tengo que mencionar mi visita a una pastelería de la calle Saint Antoine en donde compré el postre del día. En un momento de perfecta atención al cliente, el dependiente me propuso «Le Figaro», diario de centro derecha cada día más de derecha. Para empezar contesté que no me parecía imprescindible, pero a continuación pregunté al dependiente si le interesaba el programa de la frente de izquierda y así pudo medir la tontería de su proposición…
Frío, frío y más frío…
En el patio de la casa de América Latina presentaban 25 esculturas de Roberto Matta. Aproveché la tarde soleada del sábado para pasar por este sitio, pero sólo eché un vistazo antes de seguir caminando.
En el mismo bulevar, el CRAC (comité radicalmente anti corrida) estaba manifestando. Si este tema no forma parte de las batallas que me interesan, confieso que me divertieron los trajes de los militantes. Pero tampoco pasé mucho tiempo contemplando el desfile…
Y para bien acabar con esta semana, descubrí una sala de concierto en el sótano de un restaurante cerca de Bastille: un ambiente cálido y un grupo de jazz…
¡nada mejor para olvidar el frío!
Aqui encontrarás la página de la asociación.
Desgraciadamente, sólo viene en francés.
http://www.anticorrida.com/
Hola guapa. Aquí estamos tiritando de frío, así que entiendo cómo debéis estar por esas latitudes.
Este post me gusta especialmente: me encanta la valentía de tu respuesta al pastelero. Espero que no sea una de tus pastelerías preferidas…
También me ha gustado saber de la existencia del CRAC. Me gusta hasta el nombre, creo que se lo voy a sugerir aqui a la gente del movimiento antitaurino. ¿Tienes algún enlace donde pueda ver esa noticia? Me ha entrado curiosidad por ver esos trajes… (éste si es uno de los temas que forman parte de mis batallas. Desgraciadamente, el gobierno actual es aún más pro-corridas que el anterior y hasta les ha aumentado la subveción).
Por favor, conserva a buen recaudo la dirección de ese sótano cerca de Bastille. En nuestra próxima visita a tu mágico París nos gustará mucho un ratito de jazz en un lugar tan prometedor.
Con estos fríos… te mando un caluroso abrazo.