El cielo parisino sigue tremendamente versátil. Uno despierta con llovizna y 17 grados y sigue por la tarde con sol y 10 grados más. Al final eso provoca una gran lasitud…
Este tiempo también desanimó a los compradores de la primavera.
Dicen los comerciantes que tienen existencias muy altas y anuncian descuentos importantes desde el principio de las rebajas. Y lo confirmaron el pasado miércoles. Yo no hice la experiencia directamente pero mis colegas me contaron que habían encontrado ofertas realmente interesantes.
En cambio ayer pasé por varias zonas comerciales y noté una frecuentación bastante alta y mucha gente paseando con bolsas. Pero ya veremos dentro de cinco semanas, cuando se acaben las rebajas.
Yo aproveché el tiempo soleado de este sábado para hacer un largo paseo con dos viajeros sudamericanos. Me deleité al notar lo que miraban con interés y constaté una vez más que no acabo de descubrir nuevos detalles en esta ciudad.
Evocaron lugares visitados en otros viajes e improvisé un recorrido para llegar allí. De paso visitamos el clos des Blancs Manteaux y pudimos entrar en el magnífico patio del hotel de Soubise.
Descansamos un rato en el pequeño jardín de la calle Saint Gilles, contemplando sus rosales y saboreando su tranquilidad. Y seguimos rumbo a esta plaza de la república cuya reforma me gusta cada día más.
Siguieron rumbo al Sur y toparon con el desfile del orgullo gay.
Yo caminé hacia el norte para pasar un rato en la fiesta de mi barrio.
Merguez, patatas fritas y cervezas… Jóvenes talentos del barrio y esta noche baile con rumba congoleña.
¡No quiero perdermelo! ¡Hasta pronto!
Llevo años viviendo en el distrito 18 y me gusta cada día más 🙂
amiga como se llama el Barrio donde vives…. saludos. Dios te continue bendiciendo