Jardines

Después de estos días de vacaciones, la vuelta a la cotidianidad parisina resultó bastante brutal. Si pude dedicar el martes a la solución de los problemas logísticos y a un paseo con una pareja hispano-turca, los días siguientes resultaron más agotadores.

El jueves fue cuando llegaron los jefes de estado invitados para la conmemoración del Desembarco de Normandía, y por cuestiones de seguridad, bloquearon el centro de París. Luego tuvimos un día de tranquilidad pero el bloqueo se prolongó el sábado porque la reina de Inglaterra quiso visitar el mercado de las flores…
Total evité cuidadosamente el centro de la ciudad y di un gran paseo por los barrios populares del Noreste, descubriendo, de paso, el pequeño jardín de los jardineros.

Hoy quise visitar el salón «Jardins, jardin» instalado en el jardín de las Tullerías.
El precio para entrar en este recinto me pareció bastante caro (13€) pero pensé que era una manera de evitar un nivel de frecuentación agobiante. Y la verdad es que pasear por las alamedas me pareció muy agradable.
Alrededor de la planta baja, muchas empresas tenían casetas en donde presentaban toda clase de productos relacionados con los jardines. En la parte central uno podía visitar una decena de jardines efímeros. Si aparto el impresionante gallo con plumas en las patas, pocas cosas me llamaron la atención.
Otro cantar fue en la terraza de la orilla del Sena, en donde presentaban objetos de diseño y ejemplos de instalaciones de balcón. Me encantaron los nidos y otros accesorios pensados para los pájaros. También me divirtieron los huertos sobre ruedas y todos los hallazgos para favorecer el reciclaje. Y examiné con atención los diferentes balcones presentados.

Luego pasé por la zona de los viveros en donde vi una colección impresionante de rosas, de arces y de clemátides. Pero fui razonable y sólo compré un plátano enano para las gatas.

Después de pasar casi dos horas pateando en el salón, con gusto me instalé en una butaca bajo la sombra de los árboles. La temperatura alcanzaba 28 grados: había mucha gente en el jardín y una cola tremenda en la heladería así que preferí marcharme.
Y ahora estamos esperando la lluvia. Por suerte, mañana es día festivo 🙂

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3 respuestas a Jardines

  1. Ana dijo:

    ja, ja, ja… está muy bien eso de verle a todo el lado positivo, pero… ¡son feísimos! Y ese puente era tan bonito…
    En fin, las modas mandan 🙁 pero, como todas las modas, espero que pase pronto.

    Un abrazo.

  2. caol dijo:

    Lo de los candados no es tan grave. Por cierto lastiman trozos de la barandilla pero por otra parte también contribuyen a la actividad económica: fabricar y vender candados, recogerlos o cambiar trozos de barandilla…
    Sólo falta inventar una tasa especial para compensar los estragos colaterales 🙂

  3. Ana dijo:

    Lo bueno de París es que siempre hay algún rincón nuevo que descubrir aunque no puedas pasear por los lugares más turísticos.
    Desgraciadamente, algunas costumbres modernas pueden destruir uno de esos lugares encantadores. El puente de Las Artes era un sitio mágico para mi hasta que los horribles candados comenzaron a invadirlo. Lo que nunca creí es que llegara a tanto. Esta noticia hoy me ha deprimido. Espero que las autoridades parisinas sepan ponerle remedio.

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