Tradicionalmente en Francia se diferencian los veraneantes de julio («juilletistes») de los veraneantes de agosto («aoûtien»). Los primeros empezaron a regresar y eso me dio la oportunidad de escaparme de la oficina para llevar a una pareja de argentinos a pasear por las calles de París.
En el distrito 2 encontramos pocas tiendas cerradas por vacaciones pero otro cantar fue en la galería Verot-Dodat por donde pasamos de puntillas para no despertar a los fantasmas.
La zona de Chatelet sigue en obras pero la canopea ya parece casi acabada.
Caminamos tranquilamente rumbo al mercado de los niños rojos pero desgraciadamente este sitio permanece cerrado los lunes y seguimos hacia la plaza de la República.
Tras una pausa en la terraza de un café, continuamos por la orilla del canal Saint Martin, rumbo a la Villette. Varios grupitos ya estaban instalados para disfrutar del atardecer haciendo un picnic.
En la Villette, recorrimos la instalación de París Playa y mis visitantes se pararon en frente de la cancha de baile en donde varias parejas participaban en una clase de tango. Después de pasar un ratito observando a los bailarines, mis acompañantes declararon que algunas parejas tenían muy buen nivel y no se atrevieron a hacer tres pasos en la cancha.
Y así fue como se acabaron los veinte mil pasos del día.
Dediqué el resto de la semana a liquidar los expedientes abandonados en mi despacho por varios colegas que se marcharon de vacaciones.
Ayer, mientras la radio anunciaba 1000 kilómetros de retenciones, volví a visitar el jardín de los invernaderos de Auteuil. A pesar del calor, había poca gente en el jardín y pude visitar varios de éstos muy tranquilamente.
Si los espacios de los cactus y de las orquídeas estaban cerrados, me impresionó el ambiente de selva virgen del lujuriante invernadero de los helechos. En la zona de las hoyas, encontré el espécimen que cultivo en mi oficina y en el pabellón de las palmeras, no conseguí escoger entre las 52 variedades presentadas.
¡Tendré que volver otra vez!
¿Que tal, Caol? Cuando siento nostalgia de París (muchas veces) siempre recurro a tu blog y también meto una foto de París en Facebook. Lo ideal sería ir y si viviera en Cataluña, lo haría, pero estando en el sur de España, es difícil. Me encanta tu blog. Un gran saludo y, por favor, continúa.
Me alegro por ti Tamara e intentaré encontrar un momento para compartir un recorrido contigo 🙂
Hola caol, por fin el año que viene volveré a París. Ya te diré con antelación la fecha que viajamos para que nos puedas enseñar un trocito de París.
Lo más seguro que sea sobre marzo o abril depende de cuando caiga la Semana Santa.
Ya cuando sepamos la fecha en que cae pues te diré por email los días…
Aqui en Sevilla se nota los que se fueron. Esta casi vacía 🙂 disfruta de lo que queda del verano por tu querido París 🙂