Se acabaron las vacaciones escolares y el lunes por la mañana, se notaba más tráfico en las calles de París. También había más gente en mi instituto. Pero con los puentes de Mayo, los parisinos pronto tendrán otras ocasiones de marcharse de la gran ciudad.
Yo aproveché los ratitos sin lluvia para seguir paseando.
En el distrito XI, en la calle de la fontaine au roi, varios edificios me llamaron la atención. Para empezar me gustó el edificio de enseñanza construido al principio de la calle : su fachada curva es muy contemporánea pero se inserta armoniosamente entre los edificios más clásicos.
Luego dos fachadas rojas provocaron mi perplejidad. Ambos edificios son residencias universitarias y si el diseño me pareció divertido, no sé si aguantarán tantos años como los edificios haussmanianos.
En el distrito XX pasé por la calle Saint Blaise y me impresionaron los contrastes. Al lado de los bulevares exteriores, esta calle comunica edificios altos con una concentración impresionante de población. Al lado de la calle de Bagnolet, los edificios son de tamaño más reducido. Y entre estas dos partes, utilizaron las pilonas anti aparcamiento para colgar macetas decoradas llenas de plantas. Tendré que volver allí para estudiar esta instalación…
Y mientras tanto las macetas de mi balcón celebran la llegada de la primavera. Claveles, madreselva y lavanda ya me regalaron muchas flores…
¿Quien pensaría que esta planta florecería en París?
Seguro que, con tus cuidados y tu cariño, cualquier planta es capaz de florecer