¡Uno nunca acaba de descubrir una ciudad como París!
Esta semana aproveché unas tardes cortas en la oficina y un tiempo suave para explorar algunas zonas periféricas de los distritos 20 y 19.
Entre la puerta de Vincennes y la puerta de Bagnolet, en la zona que se halla entre los bulevares exteriores y el periférico, uno camina entre una serie de viviendas sociales por un lado y una sucesión de parques deportivos por el otro. Casi se puede olvidar el zumbido del bulevar periférico para escuchar el canto de los pájaros y cultivar sueños bucólicos en esta gran zona verde. Pero varios detalles desvelan que la vida en esta zona no es tan fácil.
Cuando llegué a la puerta de Bagnolet, dejé los pabellones de « la campagne à Paris » para otro día y escogí una calle que me llevó cuesta arriba hacia la cumbre de la colina de Belleville. Por allí se ven muchos edificios construidos al principio del siglo 20 para proporcionar alojamientos sanos a los obreros. También se ven construcciones más modernas pero se trata de una zona esencialmente residencial.
Ese día, la presencia de varios ancianos en la calle me llamó la atención. A duras penas caminaban cuesta arriba con las compras del día…
Yo seguí por la calle de Belleville antes de desviarme para atravesar el parque des Buttes Chaumont. Y pensé una vez más que vivir al lado de este gran jardín debe de ser realmente agradable si apartas el tema de las compras 🙂
Otra escapada me dio la oportunidad de descubrir el square Vitruve, una monstruosidad urbanística de los años 1970.
Luego seguí rumbo a la calle de la villette y sus coquetas tiendas de barrios.
Ese día caminé a lo largo del parque des Buttes Chaumont por la calle de Crimée. En el número 93, el portal estaba abierto y pude entrar en el recinto en donde se halla la iglesia ortodoxa de Saint Serge. Y como se celebraban vísperas, también pude entrar en este edificio muy especial y muy tranquilo.
Luego tocó volver al barullo de la gran ciudad.
En la plaza de Stalingrad, la rotonda ya estaba abierta…
Pero resistí a la tentación 🙂
Un recorrido interesante y nada turístico. Habrá que hacerlo algún día…