John Crombie, tipógrafo apasionado instalado en el barrio de Montparnasse, creó en 1979 una pequeña empresa de edición bautizada Kickshaws. Con su antigua prensa, produce libros impresionantes por todos los hallazgos gráficos que conllevan y por las ilustraciones de Sheila Bourne. También propone obras de humoristas olvidados como Cami y queda claro que le encanta jugar con las palabras.
Este estimable señor instaló una tienda en el pequeño pueblo de Borgoña en donde suelo ir de vacaciones. Su escaparate multicolor y muy alegre me llamó la atención y así fue como descubrí una parte de su producción.
Pero la pequeña tienda no tiene muchas visitas y además el espacio no permite presentar las obras como lo merecen.
Cerca de mi residencia parisina, “les libraires associés”, grupo de libreros que proponen libros antiguos para coleccionistas, transformaron su sótano en espacio de exposición y resulta que a partir del 1 de marzo proponen una exposición dedicada a John Crombie.
Si no pude asistir a la inauguración, fui a ver esta exposición y pude admirar la obra de este señor presentada como lo merece. En el sótano de los libreros, la presentación y las iluminaciones permiten descubrir todas las calidades de estos libros de artistas, así como los dibujos de Sheila Bourne.
Cuando hablé con el librero presente, me contó que esta exposición coincidía con una publicación universitaria acerca del trabajo de John Crombie y Sheila Bourne. Ambos asistieron a la inauguración y el librero me confirmó que este reconocimiento, aunque tarde, fue un gran momento de emoción para los creadores. Y esa noticia me alegró el día.
Luego miré los libros presentados para la venta, pero, desgraciadamente, no tengo bastante dinero para comprar los que me gustan (y eso que si se considera el trabajo, los precios no son escandalosos).
Ahora sólo espero que muchas personas podrán descubrir su obra por medio de esta exposición.
¡Muchas gracias a los libreros!