Entre los diferentes elementos presentados para apoyar la candidatura de París para los Juegos olímpicos de 2024, apunté la creación de un camino de senderismo que da la vuelta de la capital, bautizado, evidentemente, ruta 2024.
Sobra decir que nada más enterarme de su existencia, pedí la libreta que describe el itinerario y este fin de semana pude explorar un primer tramo.
El punto de salida se halla en la Puerta de la Villette y para empezar es preciso entrar en el parque de la Villette para seguir su larga galería. Si encontré sin problemas las marcas de la ruta, me despistaron las indicaciones de la situación respectiva de dos jardines y de la pasarela que pasa por encima del canal del Ourcq: el redactor no respetó el orden de la marcha. Pero si apartamos este detalle, el recorrido por el parque permite mirar desde fuera los principales elementos: la Ciudad de las ciencias, la Géode, la Grande halle, la fuente de los leones y el nuevo edificio de la Filarmonía.
La ruta abandona el parque por la puerta de Pantin. La libreta menciona la iglesia dedicada a Santa Clara y merece la pena entrar en esta muy humilde construcción para apreciar el hallazgo de la iluminación indirecta del coro.
Luego es preciso caminar rumbo arriba hacia la entrada del parque de la colina del sombrero rojo. Instalado en una antigua cantera de yeso, el jardín tiene el encanto de los sitios con desnivel y regala un bonita vista hacia el nordeste de París. Por cierto, no dediqué bastante atención a las marcas del sendero y al llegar a la zona de juegos para los niños, para mirar una estatua de Pierre Traverse titulada “la niñez de Bacchus”, ya no sabía por dónde seguir.
Curiosamente la libreta invitaba a buscar una estatua de Eva y a salir por la puerta Sur del jardín. Por suerte divisé la estatua desde arriba y pude seguir rumbo a la puerta Norte del parque, en donde encontré de nuevo las marcas de la ruta. Luego seguí por el jardín que bordea el tranvía y probé algunos de los aparatos de gimnasia de libre acceso.
Este jardín se acaba al pie de la iglesia Nuestra Señora de Fatima que no pude visitar ya que todavía estaba cerrada. El sendero pasa luego al lado del embalse des Lilas que contiene más de 200000 metros cubos de agua y permite admirar el edificio de los archivos de París.
Para acabar con este primer tramo es preciso entrar en una callecita sin nombre para descubrir el jardín “Serge Gainsbourg” instalado en 2010 encima de la losa creada para tapar el bulevar periférico y esconder esta frontera entre París y las afueras.
Si ya no tenía tiempo para explorar este sitio detenidamente, por lo menos pude apreciar la presencia de este trozo de naturaleza.
A ver cuando encuentro un ratito para seguir con esa ruta…