Pensábamos que el gobierno anunciaría las nuevas medidas de desconfinamiento el pasado fin de semana, pero tuvimos que esperar hasta el fin de la tarde del jueves para conseguir informaciones. París y su región pasarán de zona roja a zona naranja, lo cual significa principalmente que se acaba el límite de cien kilómetros para los desplazamientos a partir del próximo martes.
Últimamente se notaban muchas tensiones en las calles: son muchos los que no pueden más con todas las restricciones de las libertades individuales y que contemplan las posibilidades de desobediencia civil. Y si se juntan, pronto llegamos a una situación insurreccional… Así que el gobierno no tenía otra opción que reducir las restricciones de desplazamientos, para empezar.
La buena noticia es que yo podré viajar hacia el centro de Francia para buscar la nueva gatita que compré con los ahorros del confinamiento…
Luego mencionaron el caso de los parques y jardines, cerrados por cuestiones sanitarias, cuando bien se sabe que la distanciación resulta casi imposible de respetar en el metro y en algunos autobuses… Eso también llegó al cerebro de los del gobierno y anunciaron la apertura de los parques a partir del sábado.
Yo seguí con mis caminatas del amanecer y del atardecer, constatando que se ve cada día más gente en la calle, y que muchos locales andan casi abiertos. En los restaurantes, puedes comprar comida y llevártela para comerla en casa, pero la sala permanece cerrada. En los bares, puedes pedir bebidas pero tienes que llevártelas o beberlas en la acera…
También pasé un rato muy agradable con una pareja de vecinos que no había visto desde varios meses. Comparamos nuestras estrategias de supervivencia en la fase más dura, casi sin desplazamientos y siempre en una zona de un kilómetro alrededor de casa. Luego me contaron que ya habían aprovechado el nuevo límite de 100 kilómetros para pasear por algunos bosques alrededor de París y ahora preparan las maletas para pasar varias semanas en la casa que tienen en Bretaña. Yo confieso que de momento no sé cuando podré marcharme de París unas semanas…
Ayer hice un largo recorrido rumbo a la plaza de la Nación y constaté que la manifestación para sostener a los sin papeles, aunque prohibida, caminaba por el bulevar Voltaire…
Hoy pasé por el híper centro de París en donde había mucha gente en el jardín del palacio real o en la orilla del Sena, pero en donde también podías contemplar la pirámide de Leoh Ming Pei, abandonada en el Louvre.
Pasé un momento muy agradable en el mercado de las flores, ojeando rosales y clemátides. En el Forum, me impresionaron algunas colas delante de algunos almacenes, pero no compré nada y seguí rumbo arriba por la calle Montorgueil.
Dicen que muchos parisinos preparan las maletas para pasar unos días lejos de la capital. Bien veremos si lo hacen de verdad y si hay menos tensiones.