¿ Quien imaginaba que el librito ¡Indignaos! del autor francés Stephane Hessel encontraría en España su traducción en actos concretos en la famosa Puerta del Sol ?
¿Y quien imaginaba que en París se celebraría el 140 aniversario de la Comuna de París colgando en el cementerio del Père Lachaise, justo al lado del Muro de los Federados, este asombroso homenaje a Goya.
Me alegra la idea que a través de estos acontecimientos, Francia y España se contestan, olvidando los Pirineos y varios siglos de peleas…
El pasado sábado, asistí una vez más a la celebración del aniversario de la Comuna pero el mayo francés me pareció muy apagado. Si muchas organizaciones participaron a este momento, nadie supo regalar el discurso adecuado en semejante circunstancia. Y no compensó el canto de todas las coplas de la Internacional…
Total abandoné el cementerio sin pasar por las tumbas de todos los revolucionarios enterrados allí y me marché rumbo al bulevar de Menilmontant.
En el terraplén central de este ancho bulevar se celebraba otro ritual primaveral parisino: la brocante o vide-grenier. En este sitio coexistían vendedores profesionales y vecinos presentando sus trastos. Pero confieso que no exploré esta presentación con mucho interés. Quizás por estar al lado del cementerio, en una zona de pocos cafés…
Otro cantar fue el domingo por la mañana, cuando visité el muy modesto mercadillo organizado por los vecinos de la piscina des Amiraux (un asombroso edificio diseñado por el arquitecto Henri Sauvage). Nada de vendedores profesionales o de bohemios disfrazados de comerciantes. Sólo gente de a pie intercambiando objetos de todas clases tras la gran limpieza de primavera y como hay buen rollo, la visita se alarga… y la lista de compras también :-))))
Y para seguir cultivando los contrastes, por la tarde visité el gran mercado instalado al lado del ayuntamiento del distrito 3, muy cerca de la plaza de la República.
En este barrio cada día más aburguesado se ven esencialmente vendedores profesionales. Pero la gran cantidad de terrazas de cafés y la tranquilidad de los paseantes transforman la sensación que uno tiene. Y si no compré nada, pillé varias ideas de decoración…
Y para acabar os dejo descifrar el eslogan que más me gustó en el cementerio.
Debo reconocer que llevo algún tiempo sin visitar tu blog y ahora me estoy poniendo al día, por eso no había leído este post en su momento… y me ha gustado mucho. Sólo decirte que el movimiento de los indignados no tuvo su eco solamente en Madrid. Además de en la Puerta del Sol, hubo acampadas en otras muchas ciudades, entre ellas, Granada. Y ahora siguen las actuaciones aunque se hayan levantado las tiendas: seguimos indignados.
Gracias por seguir nuestra actualidad desde París.
Caol, nadie como tú para apreciar las cosas que pasan
Besos.