Resulta increíble lo que se aprende al charlar con los vecinos en la esquina de la calle…
El otro día pasé un rato con un estimable señor que anima un taller musical en el muy popular barrio de la goutte d’or y conseguí un montón de informaciones muy diferentes de lo que suele presentar la prensa oficial.
Así el Municipio de París creó un café social con la idea de proponer un lugar en donde los viejos jubilados inmigrados podrían juntarse para pasar un rato. Pero este sitio no abre los domingos y tiene horarios globalmente bastante reducidos. Para quien conoce el barrio, bien se sabe que los «chibanis» se juntan en otro sitio, a tres cuadras más al Norte. Pero eso no se puede presentar en la prensa como mejora del Municipio…
Otro tema fue la oración de los musulmanes en la calle, cada viernes.
Personalmente considero que la molestía automóvil es mucho más insoportable que la presencia de estas personas en la calle durante una horita una vez a la semana. Pero el acontecimiento da pie a un montón de comentarios.
Algunos dicen que se explica la situación porque las mezquitas no pueden acoger a todos sus feligreses y buscan soluciones complicadas para proponer un sitio cuando la ley de separación de la iglesia y del Estado lo impide…
Otros sacan fotos y presentan la amenaza de invasión de Francia por los musulmanes.
Y para acabar, el señor del taller, que vive y trabaja en la esquina, te cuenta que la gente que reza en la calle no vive en el barrio y viene de toda la región parisina con objetivos obviamente políticos.
Al día siguiente me fui a otra esquina.
Llevaba casi dos meses sin pasar por la zona de Les Halles y constaté que ya empezaron las obras. De momento se trata esencialmente de demoler los pabellones de Willerval y de ordenar el gran jardín. Pero eso ya impone la instalación de un amplia empalizada que transforma el panorama.
Y puesta a apoderarme de les Halles y de sus esquinas, constaté que en la entrada Oeste de San Eustaquio había una larga cola y es que allí es donde distribuyen la sopa de la parroquia…
Esta semana también me regaló la oportunidad de contemplar la ciudad de París desde una suntuosa sala de reunión de la colina de Meudon. Desgraciadamente no tenía mi cámara pero algunos institutos de investigación tienen instalaciones de película…
Y los demás descubrimientos se los contaré el próximo domingo.
En las esquinas de mi pueblo del sur de España… te puedes enterar de todo!! Eso sí, a veces la información no es exactamente cierta…
Un besote