Este año quise disfrutar de la tranquilidad tan peculiar de la semana que precede el 15 de agosto y me otorgué unos días de vacaciones.
El lunes, hice un amplio recorrido por los distritos 9 y 18 pero a duras penas encontramos un sitio en donde acabar con la visa. La doña de la tienda estaba preparando la nueva temporada y segun parece no pensaba tener clientes. Asi que le hicimos una buena sorpresa con un ratito divertido y una venta muy correcta.
Aproveché otra tarde para visitar la oficina de información acerca del porvenir del barrio de Les Halles. Ahora tengo todos los elementos para contestar a la pregunta de Giralquivir, solo falta redactar la respuesta :-))
El jueves, quise visitar París playa en la orilla del Sena e hice el largo recorrido que empieza al lado del puerto de la bastille y se acaba a nivel del Louvre.
Si comparo con las ediciones anteriores, lo que más me llamó la atención fue la proporción de instalaciones pensadas para los niños. Luego constaté la presencia de una piscina de tamaño reducido pero suficiente ya para organizar clases de varios tipos. Y por supuesto, pasé un gran rato contemplando el juego de la luz sobre los brumizadores.
Pero el día con más contrastes fue indubitablemente el sábado.
Empecé paseando por el mercado de las pulgas en donde los anticuarios calculaban la candidad de visitantes, tomando en cuenta las vacaciones y la meteorología. Y la verdad es que no había tanta gente como siempre.
Por la tarde, pasé por el bulevar de Belleville y constaté que por el ramadán desprendía un ambiente especial. Vi a muchos vendedores de productos preparados para el fín del ayuno. También vi a muchos hombres reunidos en el terraplén central del bulevar para esperar juntos.
Por la noche estaba en la orilla del Sena al pie de Notre Dame cuando tocó la procesión católica de asunción. Así que vi pasar a varios barcos de peregrinos con sus cirios y luego, tras desembarcar, pasaron a mi lado para llegar caminando a la catedral.
Yo celebraba mis vacaciones con algún amigo y una botella y la verdad es que no me miraron de manera muy amena pero no me dejé impresionar :-))))
Hoy toca un día de tiempo otoñal así que mañana resultará menos difícil volver a la oficina.
¡A ver cuantos se quedaron de vacaciones y cuantos volvieron!
Preciosa la foto de la niña con los aspersores como me dijiste.
Un abrazo.