La sala Pleyel forma parte de estos lugares de conciertos míticos de París. No sólo porque allí tocaron los maestros más grandes sino también porque tiene una acústica excepcional.
Eso tenía en la mente cuando vi que el primer concierto del JVC Jazz Festival sería él de Herbie Hancock y precisamente en este lugar. Rompí la hucha sin vacilar ni un segundo y compré una entrada de lujo, en el centro de la primera fila de la segunda gradería, y el pasado viernes fue cuando asistí al concierto.
Lo primero que me llamó la atención fue la sencillez de este gran espacio blanco. Aquí nada de doraduras y demás decoraciones rebuscadas. El diseño me pareció muy moderno y los asientos confortables.
Luego llegaron los músicos y trás un mini discurso, Herbie Hancock se puso a tocar. Esas primeras notas me revelaron una calidad de sonido realmente excepcional y las tres horas de concierto me daron la oportunidad de disfrutarlo de verdad.
Al final creo que examinaré más atentamente el programa de esta sala por si me atrae algún concierto de música clásica. En este espacio, debe ser una auténtica gozada…