Mientras las gatas recuperaban de sus proezas cazando las mariposas, aproveché las vacaciones para ponerme al día mirando la televisión y me interesó particularmente un programa dedicado al Síndrome de París.
Según el reportaje, se trata de una forma de depresión, a veces bastante grave, que ocurre exclusivamente entre los japoneses que pasan una temporada en París.
Se explicaría por el choque experimentado al constatar el desfase entre el París Glamour de los cuentos y la realidad cotidiana de la capital y concerniría una centena de personas cada año.
Al descubrir este síndrome, prescindiendo de lado el auténtico sufrimiento de las víctimas, uno vacila entre risa e incredulidad.
Risa porque todos los hechos presentados como inaguantables resultan tremendamente anódinos.
El camarero que NO te mira en el café, la dependiente que NO te atiende, … eso forma parte del cotidiano de cualquier parisino.
Incredulidad porque resulta difícil imaginar que uno crea a pies juntillas que París se parece a la película de Amelie Poulain.
Pero al pensarlo un poco más surge cierta perplejidad.
Yo todavía recuerdo lo que me contó una conocida de su estancia en Japón y si superó la prueba, son muchos los detalles cotidianos que la dejaron flipada.
Todo eso me anima a seguir hablando también de la parte oscura de la Ciudad de las Luces…
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No estaría mal, de todas maneras, esperaremos más adelante para ver como evoluciona todo. Una buena fecha para mi seria la del fin de semana del 30 de mayo al 1 de junio, ya que ese dia es fiesta en mi empresa.
en fin, seguiremos. Gabriela, puedes empezar con esto ?
Me encantó la idea, y con Caol de guía! en junio está muy bien , puedo robar unos días al trabajo, que dices Rosa, empezamos a planearlo?
Mejor que Mayo, sugiero el mes de Junio: más calor, más terrazas acogedoras…
A vosotr@s os toca escoger una fecha común si quereis encontraros en París. Yo estaré presente y regalo el paseo al azar 🙂
Para mi seria bueno a partir de Mayo-2009, ya que hasta esa fecha no podría disponer de fechas y tampoco del – tan odiado pero necesario – mínimo poder crematístico.
Pero Caol, creo que seria bueno que tu como promotora de esta maravillosa página empezaras a pensar en ello, y porque no podríamos empezar a planear el encuentro. Ohhhh que biennnn !!!
¿Fijamos una fecha?
Hola Gabriela:
Por fin alguien ha dado en el clavo!!. Esperaba esta definición dada por alguien que no fuese yo. Mi tema es algo diferente, ya que yo vivi ahi algunos años. Pero cuando alguna de mis amistades, visita paris conmigo, y despues siente esa añoranza de la que tu hablas, nunca se como explicarles ese sentimiento, y por fin tu has dado en el clavo. Seria muy bueno que todos los que pensamos asi nos pudieramos reunir en Paris, creo que lo pasaríamso muy bien.
… se puede extrañar algo que no se conoce?Yo extrañaba parís , culpa de cortazar, miller, truffaut, goddard y tantos otros ; hace 10 meses que fuí por primera vez , y no dejo de añorarla; sentía algo muy familiar que no se precisar y no entiendo como estoy demorando tanto en volver, y poder pasear relajadamente sin prisas por los lugares que me gustaron y pase fugazmente y por los que me quedaron por visitar. El sindrome de paris de los japoneses es solo por ver una ciudad tan bella y viva y luego tener que regresar a su enajenamiento.
AnxoRG, siento decirte que tu sindrome de París no forma parte de los que estudian en las academias de medicina.
Espero que consigas a organizar esta nueva semana en la Ciudad de las Luces.
Creo que yo estoy como Ana: París superó la primera vez que fui todas mis expectativas, yo si que sufro el sindrome de París: hace seis meses que fui y estoy convenciendo a mi mujer para volver el año que viene otra semana. Me quedó tanto por ver, tanto por disfrutar… Ahora que ya he estado en los museos y vistó los monumentos más conocidos quiero volver a pasear por las calles del Barrio Latino por la noche (que gozada, de verdad!!), quiero sentir otra vez el aroma del Sena (vale aroma aroma no tiene, pero ver la Citê desde St. Louis se me quedó gravado en el alma), me dedicaré solo a pasear por París, nada más… Eso si, para tener contenta mi Princesa la llevaré a EuroDisney… Ah, el amor prosaico. Un saludo a todos los amantes de París…
Ana,
A mi también me impresionó el accidente de Barajas. Cuanto más que cuando hacía idas y vueltas entre París y Madrid, era precisamente con este tipo de avión.
Pero según dicen las estadísticas, el avión queda el modo de transporte más seguro… Así que mejor quedarte con la opción a :-)))
¡Ay, Caol!, últimamente ha habido algunos accidentes aereos. El de Barajas, en Madrid, ha sido definitivo para que Manolo, que siempre ha tenido miedo a volar, haya decidido que no coje más aviones, asi que tengo pocas opciones:
– a) espero a que se le pase.
– b) espero a vacaciones largas, para poder ir en coche.
– c) voy solita.
En fin, estoy con la opción a), de momento. Si la situación se prolonga y no se le pasa, iré a por la c) pero, de momento, me toca esperar y seguir viviendo París a a través de otros medios. (Tú, uno de ellos).
Un beso. Ana.
Rosa, confieso que al principio yo también echaba la culpa a la imaginación de estos japoneses. Pero despues de pensarlo volví a algo más de compasión.
Adaptarse a un lugar nuevo supone admitir que nuestras normas no son más que UNAS normas entre millones de normas posibles. Luego, cuanto más corta la distancia entre las normas, cuanto más fácil adaptarse.
Ana, tu entusiasmo Parisfilo me encanta. ¿Cuando vuelves?
Pues a mí con París me ocurre todo lo contrario: siempre supera mis expectativas. Sin embargo, ese «síndrome» me ocurrió un poco en Roma. No pude sentirme, en absoluto, como audrey hepburn en esa plaza de España que parecía mucho más chiquita que en la peli ni en esa fontana de Trevi tan atestada de turistas que había que guardar turno para acercarte a ella. Esperaba más encanto de la ciudad eterna, la verdad, así que me sigo quedando con mi ciudad de la luz.
OOhhh!!Sindrome. Creo que este sindrome debe estar en todas las ciudades. Pero no creo que en las grandes ciudades de Japón tengan tiempo para sutilezas con los clientes, sobre todo en las grandes superficies.
De todas formas es algo interesante para analizar.
Cierto es que muchas personas visitas las ciudades, engañadas por alguna película.
Recuerdo a una conocida que quiso viajar en tren a Paris desde Venecia, despues de ver la pelicula «Idilio en el Orient Express».
Si la habeis visto, ya sabreis el porqué de querer hacer ese viaje. En caso contrario, os explicaré brevemente el argumento en un futuro comentario.
De todas maneras, si despues las cosas no salen como uno espera no se puede echar la culpa a Paris, mejor darlo a nuestra imaginación.