Teoricamente, el 8 de Mayo es cuando Francia celebra el fín de la Segunda Guerra Mundial y forma parte de los días festivos.
Este año caía un jueves y con la perspectiva de un lunes festivo también, uno podía imaginar que una gran parte de la población aprovecharía esta circunstancia para hacer puente. Pero mi recorrido del día me reveló otra realidad.
En el barrio popular de Barbes, encontré una cantidad inverosímil de tiendas abiertas, empezando por el supermercado y el emblemático almacen Tati.
No creo que sea un efecto del famoso eslogan «Trabajar más» del presidente francés. Más bien sospecho que corresponde a la situación económica de la clientela de estas tiendas: no tienen bastante dinero para hacer puente pero todavía pueden gastar unas monedas en estos comercios baratos…
Más abajo, al lado del Canal Saint Martin, encontré otra realidad social: gente más adinerada disfrutando de la dulzura de la vida.