Ya son tres semanas alternando días de teletrabajo con días en el instituto y creo que seguiré con la segunda opción ya que en este caso puedes recuperar las horas extras…
Esta semana quise repetir el paseo que hacía al amanecer cuando estábamos confinados. Ahora es de día y cuando llegas delante del Sagrado Corazón, se ve gente de todas partes… Pero el paisaje sigue precioso.
Esta semana, también hice varias caminatas para volver del trabajo, entre las cuales un recorrido que me dio la oportunidad de atravesar el parque des Buttes-Chaumont. Todavía son muchos los parisinos que no encontraron dinero o soluciones para marcharse de la ciudad y, mientras tanto, se instalan en los céspedes de los parques parisinos para disfrutar del sol veraniego.
Yo ya conozco mi destino, pero como varias personas ya se marcharon, me tocará esperar agosto. De momento, aproveché el puente de la fiesta nacional para salir otra vez de la gran ciudad.
En los metros como en los trenes, ya no hay asientos prohibidos y la única regla que sigue vigente es llevar una máscara. No sé si eso será suficiente, pero algo es algo…
Y mientras la nueva gata descubre los encantos de un jardín, intento cargar las pilas para las semanas que vienen.
¡Hasta pronto!