Llevaba tiempo sin pasar por la plaza Saint Michel y constaté con alegría que la fachada de la jefatura de policía, en el muelle de los orfebres, recien revocada, tenía muy buena pinta bajo el sol del atardecer.
Luego tocó pasear al azar por las calles del Marais y disfrutar la suavidad del atardecer en la terraza de un café. Ya de noche, atravesé le village de Saint-Paul antes de pararme en frente del hotel de Sens, tan impresionante como siempre, y de sacarle una nueva foto.
Seguí por la instalación de París playa, en la orilla del Sena, en donde ya estaban preparando el cierre nocturno, admirando una vez más estas iluminaciones que ponen de relieve los puentes y los edificios que bordean el rio.
El miércoles, en la calle de los martirios, un osito de peluche abandonado colgaba de un hilo encima de la acera. No sé como llegó a esta posición…
Lo cierto es que con tantos parisinos de vacaciones, la ciudad se vuelve mucha más agradable. Mi autobus de siempre sólo tarda medio hora para llevarme al trabajo y hay menos gente tan en los transportes como en las zonas comerciales.
Total, antes de marcharme, quise visitar algunas tiendas que permanecieron abiertas a pesar de las obras en el Forum des Halles. Si el ambiente en varios lugares sigue oprimente, en algunas partes ya se ven las mejoras. Desde el nivel «-3», de repente surgió un rayo de sol y, mirando arriba, pude ver la canopea y la silueta maciza de la iglesia de San Eustaquio.
Creo que me gustará este nuevo espacio cuando acaben las obras…
Ese día seguí cuesta arriba rumbo a Montmartre, por unas calles casi deshabitadas. Desgraciadamente la lluvia casi tropical del día me pilló en camino y acabé con una buena ducha.
Las gatas ya se mudaron a la casa de verano. El jardinero ya está convocado para regar mis macetas. Sólo falta prepara la maleta antes de marcharme de vacaciones.
¡Hasta pronto!
Fue una delicia llegar a París y ser recibida por una anfitriona simpática y andarina. Nos descubriste una cocina asiática deliciosa. Ha sido un placer conocerte en persona. Te he mandado un e-mail explicándote algunas cosas. Tu foto sin lugar a dudas salió mejor que la mía.
Mil gracias por tu compañía. Pronto recibirás preguntas.
Un cálido abrazo.
Ana: Tenemos que armar un intercambio de piso 🙂
Felices vacaciones!
Ojalá algún día elijas como destino nuestra tierra. Serías muy, muy bienvenida.