En medio de mi segunda semana de vacaciones, hice de nuevo un viaje de ida y vuelta hacia París. Por cierto no tenía tantas compras como la pasada semana pero después de la segunda vuelta de las elecciones departamentales, necesitaba pasar un momento lejos de mi refugio borgoñón, en donde otorgaron 27% de los votos a la derecha extrema y eligieron a los socialistas con casi 42% de los votos.
Tras varios días seguidos de lluvia, llegué a París en medio día con un rayo de sol.
Mi primer etapa me llevó a atravesar la parte subterránnea del Forum des Halles. Si todavía prosiguen las obras, caminar por los interminables enlaces ya no es tan agotador y mejoraron la señalización de las salidas. Pero también es evidente que queda mucho por hacer.
Luego visité la tienda de bricolage que se halla al lado del centro Pompidou y encontré la pantalla que buscaba en un plis-plas.
Al llegar a casa, encontré un buzón relleno de correos y me costó un buen rato para acabar con todos estos papeleos.
Cuando salí de nuevo, encontré al agente inmobiliario que me vendió mi piso. Si la situación de su agencia es relativamente buena porque la gente se mueve mucho en París y en mi barrio, me contó que el tiempo necesario para vender un piso en Francia ahora alcanza un promedio de año y medio. Lo cual significa que una parte de la economía esta casi congelada.
Un poco más tarde, tuve una charla con la mujer con quién co-animo talleres de informática. Empleada de una asociación, divorciada y con dos niñas, me decía que a pesar de tener un sueldo decente, no sabía como llegar a fin de mes.
Cuando se acabó el taller, volví a casa y mi vecino de abajo pasó para pedirme otro papeleo. Técnico de sonido, forma parte de los huelguistas de Radio France. Me explico algunos elementos que ya sospechaba pero que no salen en la prensa y como ya casi llegan a tres semanas de huelga, mi vecino tendrá una paga muy reducida..
Tras esta colección de malas noticias, me fui a dormir.
Al día siguiente, pasé por la gran librería que se instaló en el bulevar Barbes y encontré una guía de aves muy completa, perfecta para identificar los pájaros que admiro con los prismáticos. Y corriendo volví a mi pequeño pueblo de Borgoña.
Hoy hice un largo recorrido al lado del canal y pude admirar unas garzas, unos corzos, una familia de nutrias, una ave rapaz que no conseguí identificar y un helicóptero rojo.
Ahora toca recuperar porque mañana me espera otro recorrido.