¡Rutina!

Ya llevo varios días despertando de madrugada y aproveché el hecho de no tener prisa para coger el primer autobus de la línea que pasa al pie de mi casa.

Misma hora, misma línea, misma gente… e incluso mismos asientos.

Y entonces empecé a divagar: ¿Que pasa cuando uno se atreve a ocupar otro asiento ?
¿Refunfuñan?
¿Se enojan?
¿Se instalan sobre los muslos del desconsiderado a modo de castigo?

Contemplé el panorama y encontré las respuestas: en realidad todos estaban semi durmiendo y cogiendo el bus como sonámbulos, no tenían otra opción que dirigirse hacia el mismo asiento.

Total reembalé mis delirios matutinos y me perdí en algún diario…

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