Momentos

A veces una de las gatas decide que tengo que despertar para acariciarla o abrir el grifo para que beba. En estos casos no sirve resistir porque tiene un maullido muy convincente. Así que me resigno a madrugar et intento aprovechar la oportunidad de contemplar la ciudad despertando.

El otro día tuve que caminar entre los chorros de agua de los empleados del Municipio que limpiaban las aceras. Mientras tanto, dos personas ya estaban esperando delante de la tienda del panadero (cerrada todavía) y los choferes de taxi o de coches privados escudriñaban la calle para ubicar a sus clientes.

Uno de los elementos que me gusta mucho es el ambiente de los bares que abren muy temprano. Allí se reúnen los artesanos y trabajadores madrugadores para tomar el último café antes de enfrentar la jornada laboral. Al mirarlos imagino que se marcharon de puntillas de su casa para no molestar. Algunos conversan, pero la mayoría sigue sin palabras.
En algunas partes atravieso mercadillos que están instalando y cuando ya me cansé de caminar, subo al metro o al autobús, en donde el ambiente de la madrugada suele ser muy tranquilo.

Esta semana también tuve la oportunidad de pasar por el patio Saint-Emilion. Tenía que participar a un grupo de trabajo justo al lado de este sitio pero cuando llegué las tiendas todavía estaban cerradas. En medio día quisimos escaparnos del infierno administrativo y así fue como fuimos al patio y entramos en el restaurante le Chai 33.
Este local fue instalado en uno de los antiguos almacenes de vino de Bercy y el restaurante se halla en la planta baja. El techo, muy alto, da una sensación de espacio muy agradable. En cambio, la mesa de madera que nos tocó nos dejó perplejos: no parecía sucio pero pegaba… Los platos me parecieron relativamente caros: 20€70 para un solomillo, 2€90 para un café, me pareció exagerado (con 20€ en Borgoña tengo carne con vino, postre y café…). Pero no teníamos tiempo para buscar otro sitio. Cuando se acabó la jornada, me marché corriendo para evitar gatos extras.

Últimamente, dedico demasiado tiempo a trabajar en la oficina o en el conservatorio.
Necesito vacaciones 🙁

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