Suerte tuvieron todos los que aprovecharon Semana Santa para viajar a París porque tocó un tiempo casi veraniego.
Experimenté otra vez el velib y eso cambia de verdad la relación a la ciudad y la idea de las distancias. Por cierto fue algo complicado devolver la bici en la zona de Bastille y tuve que visitar varias estaciones antes de encontrar un espacio libre. Pero lo bueno del sistema es que luego puedes contemplar el trayecto siguiente mucho más libremente que cuando vas con tu propia bici…
Entre los descubrimientos de la semana tengo que destacar el Instituto de las Culturas del Islam. Allí es donde proponen una asombrosa exposición de fotos acerca del barrio multicultural de la Goutte d’Or. Meses atrás invitaron al fotógrafo Martin Parr a visitar este barrio y a regalar su mirada tan peculiar como respuesta a los comentarios negativos de algunos periodistas de salón.
Las fotos me parecieron fantásticas y es una pena que no publiquen un catálogo completo.
En cuanto al lugar, es un espacio muy asombroso, ideal para otorgarse un momento de tranquilidad en un barrio requete animado.
Otra sorpresa me esperaba en el 104 en donde se celebraba una reunión internacional de 3500 escutistas. Confieso que no comparto todas las opciones de este movimiento escutista pero resultaba divertido encontrar tanta agitación y tanta vida en este sitio que parecía tan dormido el pasado verano…
Luego visité una de las chalanas de la dársena de la villette en donde pude probar una cerveza muy correcta escuchando a unos músicos. El sitio no es tan caro y permite pasar un rato agradable sin arruinarse.
Por cierto, como siempre cuando tenemos buen tiempo por la noche en París, había una tremenda cantidad de gente en las orillas del canal San Martín y yo seguí caminando.
El domingo pasé por dos lugares en donde la gente podía vender sus trastos. Pocas cosas encontré en estos mercadillos pero, de paso, noté la ubicación de varias tiendas en donde tendré que volver algún día.
Y hoy, día festivo, constaté con perplejidad que uno de los dos grandes almacenes del bulevar Haussmann estaba abierto. Varias tiendas pequeñas también estaban abiertas pero resultaba curioso constatar que no había la muchedumbre de siempre, como si la zona vacilara entre dormirse o celebrar el consumismo.
Hoy se acaban las vacaciones escolares de la primavera y mañana todos vuelven a trabajar.
A ver si hay suerte y si puedo escaparme otra vez…
escutistas, exploradores, scouts… ¿cual prefieres? 🙂
Es un placer siempre leerte, y disfrutar contigo de tus paseos. No sé que son los escutistas, es la primera vez que oigo este término. Un abrazo.