Calle Watt

Descubrí esta calle a través un dibujo que hizo Jacques Tardi en su adaptación de la novela de Léo Malet titulada “Niebla en el puente de Tolbiac”. El dibujante representó varios lugares del distrito XIII de los años cincuenta y la verdad es que no daba ganas de perderse por esta zona.

Sin embargo, sé que pasé varias veces por esta calle en coche y de noche antes de la rehabilitación que transformó esta parte del distrito XIII y me pareció cada vez tan mortífera como en la novela.

Varias décadas más tarde, quise ver como habían transformado este lugar peligroso y tuve una grata sorpresa.

A partir de la calle Chevaleret, el nombre de la calle Watt aparece en letras gordas sobre la pared de color clara que corona la entrada de la parte subterránea, como una invitación a visitar este sitio. Entonces entré esta parte y pude contemplar una transformación bastante acertada.

Para empezar, ya no se trata de una calle que pasa debajo de una sucesión de puentes sino de un auténtico túnel, mucho más fácil de entender. Luego ya no hay pilares y separaciones estrictas entre las calzadas y las aceras. Pero los diferentes espacios siguen señalados por una sucesión de lámparas bastante originales. Además una redecilla de metal protege cada fuente de luz y limita el vandalismo.

Caminé sin miedo hasta la salida del túnel y allí tuve una buena muestra de los diferentes niveles de la gran ciudad. Debajo de la calzada, circulan la primera línea parisina de metro automático y una gran línea de cercanías. Encima del túnel, circulan los trenes de la estación de Austerlitz. Y más arriba encontramos las calles por donde caminan los parisinos que viven o trabajan en esta zona. Y entre estos diferentes niveles, explotan todos los volúmenes para instalar gimnasios, zonas de reparto o de almacenamiento.

Por suerte, una frase de Edgar Allan Poe, pintada sobre la pared del puente de la avenida de Francia me alegró el día.

“¡Asombrarse es una felicidad!”. Y lo cierto es que en esta parte de París, hay muchas cosas asombrosas.

Más adelante, la calle Watt sigue rumbo al Sena y saludé de paso el bicho descubierto en otra ocasión.

La avenida de Francia, eje principal de esta zona, comunica con todas las calles que llevan al rio, pero de momento no percibo bien sus conexiones con la parte más antigua del distrito XIII.

Seguiré explorando…

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