El último discurso del presidente galo anunció “el fin de la abundancia, la evidencia y la despreocupación”.
¡Queda claro que este señor nunca trató de vivir con el salario mínimo!
Total, como todavía no llegó este fin, tuve ansia de aplicar la divisa pegada en la pared de una escuela de arquitectura (“Toma tu tiempo contra el trabajo”) y de otorgarme unos días de vacaciones.
¡Hasta pronto!