Años atrás, unos conocidos organizaron un recorrido por el distrito XIV y así fue como pude descubrir la iglesia y los jardines de un convento de monjas franciscanas, escondido detrás de las fachadas de unos altos edificios de la avenida Reille contemplando el parque Montsouris.
El otro día pasé de nuevo por esta zona y constaté que las monjas habían vendido los 9983 metros cuadrados de su parcela y que habían desacralizado la iglesia. Una asociación fue encargada de ocupar el lugar temporalmente y de crear animaciones. Otras están peleando para preservar esta preciosa parcela de los proyectos exagerados de algunos promotores que quieren construir 119 viviendas nuevas.
Por un lado, preservar las zonas ajardinadas de la parcela que se halla a unos cien metros de un parque de más de 15 hectáreas no parece totalmente imprescindible. Pero la densificación de todas las parcelas se vuelve cada día más agobiante y se entiende el combate de las asociaciones.
De momento, el proyecto queda suspendido mientras el municipio prepara el plan local de urbanismo de 2024.
Siguiendo mi recorrido por el distrito XIV, pasé por la avenida Denfert-Rochereau y constaté que ya demolieron varios edificios del antiguo hospital Saint-Vincent-de-Paul. Ahora ya se ve la fachada trasera de la Fundación Cartier y la silueta negra de la torre Montparnasse.
Por suerte, conservaron el oratorio y los dos patios que daban a la avenida. Cuando pasé por allí, en enero de 2020, estos patios y los edificios rodeándolos estaban ocupados por un colectivo bautizado “les grands voisins” y tenían mucha más vida.
Dentro de poco empezarán a construir 600 viviendas, un gimnasio, una guardería, un edificio cultural y varios comercios… lo que ahora se llama un eco-barrio…
De momento, en el eco-barrio ya construido en la puerta de la Chapelle, quedan muchos pisos libres y no llegaron los comercios anunciados…
Yo seguiré en mi barrio mestizo.