Unos días atrás, al pasar al lado del pequeño cementerio de Gentilly, tuve la sensación de que era preciso pararse un rato en este sitio porque regala una vista diferente hacia las torres del distrito XIII. Total, el pasado lunes llegué más temprano al cementerio y pude pasar un ratito recorriendo algunos caminos dentro del recinto y conseguir la vista que quería compartir.
Este mismo día seguí explorando la parte Oeste del distrito XIII, visitando, de paso, un magnífico conjunto de edificios de viviendas sociales, comunicados por una calle central larga de 100 metros y con una sucesión de patios laterales. Luego seguí la línea de metro rumbo a la estación de autobús que me llevó cerca de mi casa.
Al día siguiente proseguí con la exploración de las fronteras de la ciudad de Paris a partir de la puerta de Gentilly.
En este punto, la frontera fue bautizada cruce Mazagran y a pesar del número de vías que llegan a este punto o salen de allí, preservaron recorridos fáciles para los peatones. Luego en la vía que bordea el periférico el zumbido del tráfico resulta muy presente, pero la presencia de tiendas suaviza el entorno.
Tras pasar unas bocacalles, descubrí la estación “Gentilly” de la red exprés regional. Yo pensaba que se ubicaba en el centro de la ciudad, pero en realidad está al lado del periférico.
Mas adelante pasé el pie de la iglesia del Sagrado Corazón de Gentilly, muy conocida de los automovilistas como punto de referencia por la forma especial de su campanario.
En la otra orilla del periférico, noté algunos edificios de la Ciudad Internacional, pero el que más me llamó la atención fue el pabellón Habib Bourguiba construido par el gobierno tunecino para aumentar la oferta de alojamientos para sus estudiantes.
El recorrido de este día se acabó en la puerta de Orleans, después de caminar al pie de una colección de hoteles y edificios de oficinas…
Como en otras entradas de París, allí se ve un conjunto de viviendas sociales de ladrillos rojos. Y a pesar del tráfico del periférico de la puerta de Orleans, uno de los inquilinos me confió que la zona era muy tranquila.
Yo viajé otra vez en el autobús que circula entre la puerta de Orléans y la puerta de la Chapelle.