El paseo del día empezó al salir de la estación de metro Sèvres-Lecourbe. A partir de este punto caminé rumbo a la avenida de Breteuil y me paré un rato en la plaza homónima para contemplar la cúpula dorada de la iglesia de los Inválidos.
A mano izquierda, la avenida de Saxe me regaló una perspectiva interesante hacia la torre Eiffel. Pero no me dejé distraer y empecé a recorrer metódicamente un conjunto de calles limitado por las avenidas de Breteuil y de Suffren.
La arquitectura de los edificios de esta zona es muy homogénea, con una mayoría de edificios haussmanianos. Pero destaca por la presencia de una pequeña plaza, con una construcción central que se parece a un monumento, aunque sea una fuente. La construcción celebra a cuatro personas, pero lo que más me llamó la atención fue la yuxtaposición de la pintora Rosa Bonheur y del fundador de la institución para niños ciegos Valentin Haüy.
Esta zona no tiene muchos comercios, pero cuenta con varias organizaciones para niños. Imagino que será esencialmente residencial y los habitantes encontraran todo lo necesario a dos cuadras de su casa.
Al salir de este barrio tranquilo, seguí por la calle Lecourbe que es uno de los ejes comerciales del distrito XV. Pero no me interesé à las tienda. Preferí pasar por la calle Blomet y entrar en su pequeño jardín.
Meses atrás, cuando pasé por este lugar, estaban reformando el jardín y no pude adivinar si habían conservado la escultura de Miro que tanto me gusta. Esta semana, el jardín estaba abierto y pude saludar al Pájaro lunar.
El resto de mi recorrido me dio la oportunidad de constatar que en esta zona también están reformando construcciones del siglo XX y densificando la urbanización.
Me escapé corriendo rumbo al Norte.