Tras el frio de la pasada semana, tuvimos unos días más suaves pero con lluvia. Y la verdad es que eso no da ganas de meterse en largos recorridos.
Por suerte, el tiempo se puso poco a poco más agradable y el domingo tuvimos un apreciable sol de invierno, ideal para acompañar un rato el carnaval de París.
Este carnaval tiene una historia algo caótica. Si en la Edad Media ya se celebraba una fiesta de los locos, el carnaval parisino se desarolló esencialmente a partir del siglo XVI y en el siglo XIX reunía más de 400000 personas en las calles de la capital.
Pero el siglo XX resultó más difícil: entre los acontemientos históricos y los problemas de organización, no hubo carnaval entre 1952 y 1997.
Hoy en día existe una manifestación pero todavía queda muy confidencial.
Yo me enteré por casualidad, al ver un anuncio en la contracubierta de una revista y cuando mencioné el acontecimiento en mi trabajo, constaté que poca gente estaba al tanto.
Pero tras estos preliminares, ahora toca hablaros de este cortejo.
Yo lo encontré al pie de la avenida Gambetta, justo al lado del cementerio del Père Lachaise y desde mi punto de observación vi pasar a todos los grupos que participaban.
Al principio del cortejo venían los grupos invitados y noté varias compañías bolivianas. A continuación vi pasar una larga sucesión de grupos de batucada, con tambores y bailarines…
Y en medio de tanto ruido, algunos grupos de teatro o de titiriteros…
Tras una horita contemplando el desfile y caminando rapidamente, pude encontrar de nuevo el principio del cortejo y aquí os dejo una imagen de los diablos bolivianos :-)))
Ya tenía mi cuenta y no seguí el recorrido anunciado que pasaba por cinco distritos diferentes.
De paso aprendí que se organiza un carnaval de las mujeres el 18 de marzo y ahora toca preparar disfraces.