Tiempo de marzo a destiempo.

Ya son cuatro semanas con cielo nublado y chubascos y más chubascos…
El florista de la esquina dice que cuando hay lluvia la gente no va de tiendas. Yo sospecho que entre las elecciones presidenciales y las vacaciones escolares, los parisinos aplazaron muchas cosas.

Tras la primera vuelta del pasado domingo, se multiplicaron las charlas políticas entre los parisinos.
Si Francia otorgó casi un 18% a Marine Le Pen, presidente del Frente Nacional, París sólo dejó un 6,2 a esta candidata y los votos se concentraron en los dos líderes principales.
El pasado jueves se juntaron unas cincuenta personas en un café de mi barrio y dedicaron varias horas a compartir sus sensaciones frente a los resultados nacionales y locales. Lo bueno es que la parte de la población que se interesa a los temas políticos y económicos aumenta. Lo malo es que la distancia entre las maneras de percibir las cosas de los parisinos y de los provincianos es cada día más importante. Y desgraciadamente eso deja espacio para todos los extremos…

Entre dos charlas políticas y corriendo para escapar de los chubascos, descubrí una tienda increíble que vende ruedecillas casi de todas clases. Este sitio de otros tiempos tiene horarios casi imposibles para clientes particulares pero para quien consigue visitarlo, propone soluciones para cualquier problema. Yo presenté una ruedecilla rota, expliqué su uso y el dependiente me fabricó enseguida una pieza adaptada. Nada que ver con el trato poco amable de los almecenes que había visitado antes…

Hoy aproveché un claro para visitar uno de los mercadillos de barrio que permiten a los vecinos de vender sus trastos. Compré dos frascos de Erlenmeyer que no necesito pero como me los dejaron por 3 euros, no me arruiné.

La ciudad queda muy tranquila, como si se hubieran marchado los parisinos, otorgándose un largo fin de semana para compensar vacaciones limitadas por el calendario electoral.
Yo seguiré explorando las tiendas de floristas…

Publicado en París | Etiquetado , | 2 comentarios

Vacaciones de primavera…

Se acabó la pausa de semana santa.
Cuando retomé el camino de la oficina, mi autobus de siempre me regaló una chispa de fantasía: por las obras de rehabilitación de la plaza de la república, abandonó el recorrido normal y pasó por la orilla del canal Saint-Martin. Un toque romántico al despertar siempre viene bien 🙂

Por la noche quise descubrir el ambiente de un mitin electoral y pasé por el gimnasio parisino que albergaba la cita del día. Me impresionó la arquitectura sobria y funcional de este edificio construido al final del siglo 19. En cuanto al mitin, si permite cultivar el apoyo de los militantes y simpatizantes, dudo que convenza a los demás. A mi me encantó la invitación a la insurrección ciudadana :-))

Entre política y trabajo, también pasé varios ratos buscando macetas para florecer mi balcon. El objeto en sí no es tan importante pero es un estupendo pretexto para recorrer París y descubrir sitios nuevos.
Para empezar descubrí una tienda de florista que se halla en uno de mis recorridos de siempre. Suelo pasar por la otra acera en donde hay varias tiendas que me gustan y nunca había notado este florista.
Luego visité una zona que conozco pero que no es tan familiar y descubrí a una doña exquisita que propone una selección acertada de plantas, macetas y objetos.
Pero el mayor descubrimiento ocurrió en una calle que ubico perfectamente pero que nunca recorrí detenidamente. Total descubrí un lugar totalmente improbable que la misma dueña define como «un espacio industrial habitado por las plantas». En este antiguo taller, las plantas conviven con objetos de diseño, de todos tamaños y de todos precios.
Estos tres sitios venden las macetas de tejido que estaba buscando y encontré los modelos que quería.

Fueron muchos kilómetros pero creo que merecía la pena.

Y ahora toca prepararse al largo domingo electoral frances.
Luego os cuento.

Publicado en París | Etiquetado , , , | 1 comentario

Santa semana…

X°Entre dos sesiones de embrutecimiento laboral, conseguí disfrutar unos momentos más agradables.

Me invitaron a un preestreno de cine en la zona de la Ópera y, al salir de la sala, caminé tranquilamente rumbo a la puerta de Saint Denis. Este paseo me dio la oportunidad de recorrer lo que los parisinos llaman grandes bulevares y constaté que en esta zona se desarolló toda una vidilla alrededor de algunos cafés de cadenas internacionales.
No me interesan estos sitios estandares así que seguí caminando rumbo a la calle del Faubourg Saint-Denis y los sitios de la comunidad turca. Total pude disfrutar de una terraza a salvo del tráfico automóvil y pagar el justo precio para mi descafeinado.

Tras este episodio nocturno, pude dedicarme a la preocupación de temporada: florecer ventanas y balcones. Por cierto, no tengo dones particulares en este campo y el florista de la esquina se quedó bastante perplejo cuando le confié mi planta indestructible para regalarle una maceta más confortable.

Los parisinos cuidan cada día más plantaciones y como no usan pesticidas, las abejas abandonaron el campo para instalarse en la capital y dicen que la miel resultante es riquísima.
De momento mis plantaciones no son muy acogedoras pero no desespero 🙂

También de temporada son estos mercadillos en donde la gente vende las viejas prendas que ya no sirven. Este domingo visité la instalación que se estiraba en el bulevar Saint Martin. Pero había demasiada gente para escudriñar los tenderetes…

Por la noche, la zona de las abadesas parecía algo dormida pero es que muchos parisinos aprovechan el lunes festivo para marcharse de la ciudad.

Yo hice un gran viaje hacia las afueras de París, a quince minutos de la estación Saint Lazare. Antes de salir, constaté que una gran parte de la estación fue transformada en centro comercial con 80 tiendas. Luego el tren me dejó en una zona de construcciones bajas y descubrí la casita con jardincito de mi anfitriona.
El sitio tenía encanto y uno casi puede tener la tentación de instalarse en una zona de este tipo. Pero a la hora de volver a casa, la inquietud de perder el último tren te quita estas ideas.
Con gusto volví a mi refugio, más pequeño pero más cerca de todo :-))))

Publicado en París | Etiquetado , , | Deja un comentario

Marzo con sol…

Me tocaron unos días de vacaciones y por suerte coincidieron con los días más soleados de Marzo, ideales para pasear.

El lunes fue cuando empezó el primer recorrido en el mercado de las modistas, al pie del Sagrado Corazón. Pasó por la plaza de las Victorias y se acabó en un café del bulevar de Sebastopol. El ritmo de los paseos de los lunes siempre me pareció particularmente agradable. Quizás por el contraste con la agitación de los fines de semana.. o porque los dependientes parecen menos estresados…

El martes pasé al lado del mercado de los niños rojos y al contemplar las tiendas que se instalan en los alrededores, se confirma el aburguesamiento de la vieja zona del Templo.

La siguiente sesión ocurrió el viernes pero inauguré un nuevo estilo de paseo: con carretilla y transportando muebles… ¡Éxito asegurado! 🙂

Volví a pasear más normalmente el sábado por la noche, cuando tocó descubrir el auditorio del mercado saint germain y escuchar algunas obras clásicas. Me alegró el ambiente algo pijo de los fines de semana en la zona de Odeon. Pero lo que más aprecié fue el paseo de noche por la pasarela de las artes…

Por cierto el patio cuadrado del louvre estaba en obras pero aún asi pude apreciar la tranquilidad de su universo mineral…

Al día siguiente pasé al lado del canal Saint Martin en donde una asociación de vecinos organizaba un mercadillo para vender trapos de todas clases. Dos bandas diferentes acompañaban el paseo y había buen rollo.

Pero tras estos momentos de puro ocio, fue preciso retomar los expedientes abandonados en la oficina y apenas acabo con eso.

A ver si a pesar de todos los problemas económicos el puente de semana santa lleva a algunos turistas.

Publicado en París | Etiquetado , , , , | Deja un comentario

Notas de campaña

Sólo quedan cuatro semanas antes de la primera vuelta de la elección presidencial.

Tres semanas atrás, se juntaron más de 30 personas en el patio de una escuela para debatir sobre la creación de una asociación de usuarios de una estación de metro.

Dos semanas atrás, desde una de las terrazas que me gustan, vi pasar a tres candidatos de las elecciones legislativas de junio. Uno pasa de vez en cuando, otro viene exclusivamente cuando hay elecciones a la vista. En cuanto al tercero, era la primera vez que yo lo veía en esta zona, y eso que es el alcalde del distrito…

Entre semanas, organizaron una reunión en un café para hablar del tema de la inmigración. Una treintena de personas se juntaron para escuchar la conferencia de los invitados y compartir ideas e interrogaciones.

Una semana atrás el frente de izquierdas invitaba la gente a tomar la Bastilla otra vez.
Si son muchos los que no se juntaron a la manifestación, la idea por lo menos encendió sonrisas en las caras de los parisinos. Y a pesar de la llovizna, al final se juntaron más de 100000 personas en el desfile.

Ayer en un teatro alternativo del distrito 18 fue donde convocaron una asamblea de ciudadanos para debatir sobre los servicios públicos. Más de 50 personas se juntaron y tras descubrir a los candidatos de las legislativas, se repartieron en grupos de diez personas para compartir ideas y deseos acerca de uno de los servicios públicos.
Tras esta fase de exploración, cada grupo presentó el resultado a los demás.

No sé si estos movimientos tendrán una consecuencia concreta en las urnas pero de momento me gusta el ambiente de la primavera gala.

Publicado en París | Etiquetado , | Deja un comentario