Julio más templado…

¡Se acabó la canícula!
Si las temperaturas diurnas siguen rozando los 30 grados, por las noches tenemos algo de frescor (22 grados) y podemos recuperar. Aproveché este cambio para retomar mis paseos parisinos.

El lunes por la tarde atravesé una gran parte del distrito 20 y pasé por varios lugares que no conocía.
En esta zona de París, al lado del ferrocarril que da la vuelta de París, algunas callecitas todavía albergan casitas, talleres y otras construcciones individuales. En la cité Stendhal incluso encontré un rincón en donde un estimable señor consiguió un permiso para construir una casa individual de 3 plantas. Y justo al lado una pintura decoraba el final de este callejón sin salida.

Encontré otras construcciones interesantes al lado del límite Este del Cementerio del Père Lachaise antes de seguir par la calle de la Bidasoa rumbo a Menilmontant.

El jueves, tenía que asistir a una conferencia en la fortaleza del ministerio de Haciendas (Bercy) y como tenía tiempo fui allí caminando. Ultimamente varios medios de comunicación dijeron que el canal Saint-Martin se vuelve cada día más sucio por los restos abandonados por los jóvenes que se juntan en las orillas por las noches. Y se publicaron varias fotos en internet. Yo seguí el canal desde el jardín de los recoletos hasta Bastille y constaté con alegría que todo estaba limpio. Pero quizas pasé después de los equipos de limpieza del municipio…
En el puerto de la Bastille, los barcos despertaban tranquilamente.
Este gran paseo matutino me ayudó a aguantar la conferencia bastante aburrida de unos tecnócratas desconectados de la realidad de la gente de a pie.

Al día siguiente me dejé caer rumbo al palacio real y la tranquilidad de esta zona a las 7 y media de la mañana es un auténtico placer 🙂

Ayer empezaron de verdad las vacaciones de muchos parisinos. En la pequeña estación de Bercy había un multitud de gente esperando los anuncios de los andenes de salida. Yo examiné los andenes y los trenes presentes y me colé en el andén que me parecía el más probable. Un empleado me confirmó que había elegido bien y así fue como pude instalarme con mis dos gatas clandestinas en uno de los dos vagones sin reservas 🙂

Este año celebraré la fiesta nacional en una playa de la Loira…

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