Al azar de un recorrido por el distrito XIII, descubrí en el edificio que se halla en el número 29 de la calle Jean Colly, una asombrosa fachada vestida de azulejos que representan un mapa del barrio.
Este inmueble, construido en 1987, no tiene la altura de las torres que parecen sembradas al azar en medio de jardines relativamente pequeños. Pero propone un dibujo que permite ubicarse en este caos de construcciones de los años 70s.
Al mirar la cruz roja que indica la ubicación del edificio y buscar las estaciones de metro, la primera sensación es que estamos en una zona mal comunicada por los transportes públicos. Y al controlar las distancias en un mapa oficial, se confirma la sensación: 700 metros hasta la estación Nationale, 865 metros hasta la estación “Porte d’Ivry”, 910 metros hasta la estación Tolbiac, 927 metros hasta la estación “Place d’Italie”, 955 metros hasta la estación Chevaleret y 1200 metros hasta la estación “Maison blanche”.
En el territorio parisino, la distancia media entre dos estaciones de metro llega a 750 metros. Yo vivo a 260 metros de la estación de metro más cercana y tengo dos estaciones extras a 600 metros.
Al mirar este mapa, no queda duda: ¡esta zona se halla en medio de la nada!
Pero la realidad del año 1987 se transformó cuando construyeron la línea 14 y la estación Olympiades, que se halla a unos 200 metros de esta esquina que ya no es tan desgraciada.
Entre las demás curiosidades de este barrio algo asfixiante, toca mencionar la inversión de las alturas entre los edificios de viviendas y la iglesia. En el número 187 de la calle del “Château des rentiers”, la capilla de los dos molinos forma parte de los equipos bajitos perdidos en medio de bloques de 14 plantas…
Con gusto me escapé de esta zona, pero sé que tendré que pasar otras veces por allí para estudiar las locuras arquitectónicas del siglo pasado.