Ya llegó el frio

Después de varios días con un cielo blanco aplastante, ahora tenemos rayos de sol, pero con temperaturas cerca de cero e incluso negativas. Seguimos con el plan de sobriedad energética así que uno tiene frío tan en su casa como en la oficina. Por cierto, las mantas de lana de carnero o de alpaca resultan preciosas, pero para calentarnos también necesitamos sopas y tisanas.

Yo me acostumbré de nuevo a caminar de noche y en algunos lugares, las luces de la ciudad nocturna tienen un auténtico encanto.

Al lado del canal Saint-Martin, casi todas las terrazas desaparecieron, pero quedan los reflejos de la ciudad en el agua y el toque confortable de algunos lugares preparándose a acoger a los clientes del día.

Yo aproveché el fin de semana para visitar algunas instalaciones de temporada.

Delante de la estación del Este, una gran carpa albergaba un mercadillo con productos de Alsacia. Plaza de las Abadesas, instalaron casillas de madera con productos de todas clases. Al lado de la estación La Chapelle, organizaron un mercado de segunda mano, pero contaba con pocos vendedores y aún menos clientes.

Noté un alto nivel de frecuentación en los bares en donde uno podía mirar los partidos del Mundial. Noté también mucha agitación en las librerías en donde son muchas las ideas de regalos.

Esta semana, el Mundial de fútbol se hizo mucho más presente, con una sucesión de resultados inesperados. En mi barrio mestizo sostuvieron Catar, Irán, Senegal, Arabia Saudita, Túnez, Francia, Marruecos, Camerún, Portugal, y Ghana. Ayer escuchamos clamores de alegría cuando ganaron Marruecos para empezar y Francia más tarde. A ver como sigue la historia el miércoles por la noche.

Hoy hice un largo recorrido para visitar los mercadillos instalados en el Bulevar de Port Royal y en la avenida de los Gobelinos.

En el puente de Austerlitz un hombre preparaba trocitos de pescado para las gaviotas que viven al lado del rio. La ronda de las aves alrededor de esta persona era impresionante.

Más adelante, la tienda de jardinería estaba a tope de decoraciones navideñas. Yo seguí rumbo al norte

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