El gran caos

Este martes, los sindicatos convocaron otra vez una manifestación para protestar contra el proyecto de reforma del sistema de jubilación francés. La necesidad y la urgencia de esta reforma parecen cada día menos evidentes y algunos errores inverosímiles acerca de algunas cifras anunciadas desacreditaron a varios ministres. Total, más de tres millones de personas participaron a las diferentes manifestaciones organizadas este día.

Los manifestantes parisinos se juntaron entre el bulevar Saint Germain y el bulevar Raspail. Encontré mis colegas al lado del ministerio de medio ambiente, justo al lado de un camión-escena, con músicos alegrando la espera.

Tardamos más de dos horas sin poder arrancar y eso me dio la oportunidad de dar una vuelta en este barrio de los ministerios que no frecuento muy a menudo. En la pequeña calle Saint-Simón descubrí un edificio de talleres de artistas y un cartel me enseñó que allí es donde Robert y Sonia Delaunay trabajaron durante muchos años.

Finalmente salimos sobre las cuatro de la tarde y seguimos un itinerario alternativo. Caminamos por el bulevar Saint Germain hasta el Instituto del Mundo Árabe, continuamos por la orilla del Sena rumbo a la estación de Austerlitz antes de girar por el bulevar del hospital rumbo a la plaza de Italia.

Confieso que abandoné el cortejo antes de llegar al hospital para empezar el largo camino de vuelta a casa a través de una ciudad sin transportes y con muchos peatones.

El movimiento de huelga de los transportes continuó el miércoles y la caminata del día me dio la oportunidad de pasar por grandes bulevares casi desiertos. Desgraciadamente, la lluvia se transformó en chubasco y me refugié en el primer autobús hacia el Norte de la ciudad.

El jueves y el viernes, los transportes volvieron a funcionar, pero en muchos barrios los basureros siguen en huelga y los bolsos de basura se amontonan en las aceras…

Ayer, no había mucha gente en la manifestación del día.

Se sabe desde varios días que el Senado galo es favorable a la reforma y que no le importa la amplitud de la protesta. Y ayer por la noche, aprobaron el proyecto.

Hoy, algunos electricistas cortaron la luz de las casas de algunos parlamentarios y ministros. Nadie sabe lo que puede producir la colera de la gente de a pie…

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