Inaugurando abril

Entre las tradiciones galas existe el día de las bromas que se celebra el 1 de abril. Este año los medios de comunicación inventaron una noticia bastante astuta: «La nueva alcaldesa, Anne Hidalgo, aceptó vender la Torre Eiffel al Qatar».
En el contexto local de recorte de presupuestos, cogieron a mucha gente en la trampa 🙂

Ese mismo día fue cuando empezó la semana del desarollo sostenible y entre los numerosos acontecimientos organizados, proponían una visita de los jardines de mi barrio. Sobra decir que me apunté 🙂
Curiosamente, poca gente se apuntó e incluso consideraron la posibilidad de cancelar el paseo… Por suerte lo mantuvieron y así fue como me encontré como único paseante con dos guías asociativos.
Estos apasionados promoven la idea de instalar árboles frutales en los járdines urbanos y forman parte del movimiento de los increíbles comestibles
Para empezar me enseñaron lo que hicieron en una micro plaza del distrito para que la gente del vecindario pueda apoderarse de este sitio.
Luego visitamos la zona que cuidan en uno de los járdines públicos del distrito y me enseñaron los manzanos en espaldera de doble U recién instalados. También me hicieron probar varias plantas y fue una explosión de sabores.
A continuación visitamos el jardín compartido de «la goutte verte» en donde los socios crearon un espacio de convivencia bastante increíble.
Acabamos con el jardín del Bois Dormoy, auténtico baldío urbano, abandonado durante casi 20 años. El sitio se parece a un pequeño bosque y la asociación que lo cuida supo combinar partes salvajes y partes más organizadas. Cuando visitamos, fuimos acogidos por el dueño del jardín, un impresionante gato pelirrojo. Luego exploré la cabaña de los niños, la casa de la bruja y pasé un rato admirando el gran dragón.

Mis cicerones me explicaron que a pesar de la movilización de los vecinos, el sitio está condenado a desaparecer. Pero permanecerá accesible hasta el otoño.
Ya veremos si lo salva el nuevo consejo municipal…

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¡París, bastión de la izquierda!

Después de la primera vuelta, los medios de comunicación cultivaron el suspense acerca de la elección de la nueva alcaldesa de París.
Aunque no este de acuerdo con la política de Hollande, el balance del alcalde saliente me parece muy positivo y la nueva alianza con los ecologistas permite esperar nuevos progresos. Total pasé varios momentos difundiendo las mismas octavillas que los camaradas socialistas.
Uno de ellos intentó explicarme una de las medidas políticas del gobierno: el crédito de impuesto para la competitividad y el empleo. Pronto admitió que explicar este tema resulta dificilísimo y renunció. Y digo yo que si incluso los militantes activos del partido socialista no son capaces de explicar esta política, ¿como quieren que el ciudadano de a pie pueda entenderla?
Pero los camaradas son buena gente y no quise machacarlos 🙂

La campaña se acabó el viernes a las doce de la noche.
El sábado fue cuando organizaron en el ICI un acontecimiento dedicado a la costura en el barrio de la Goutte d’Or, con la participación de varios sastres y modist@s.
Mientras algunos visitantes pedían consejos para conseguir el vestido de sus suenos, los demás podían recorrer uno de los circuitos propuestos para descubrir los talleres del vecindario.
Yo visité tres talleres y me impresionó la estrechez de estos lugares. Cada costurero dispone de 4 metros cuadrados, como máximo, y en cada taller las clientes se instalan y esperan parloteando mientras los costureros realizan su pedido… También me impresionó la complejidad de algunas realizaciones.

Cuando volví al ICI, ya empezaba la conferencia acerca del arte de los sastres africanos y, a continuación, dos modistos realizaron un corte en directo, una usando patrón, el otro dibujando directamente en el tejido a partir de las medidas de su modelo. ¡Impresionante!

Una segunda conferencia presentó la historia de los tejidos africanos y desveló algunas denominaciones de telas que no tienen desperdicio: «Mi marido es capaz», «Dedos separados no hacen nada», «Pulverizo los ojos de mi rival», …
¡Un gran momento!

Al día siguiente, dediqué otra vez un largo momento a la organización del voto. Pero constatar que alrededor de mi casa otorgan casi 73% a la izquierda borró el cansancio. Y cuando quedó claro que Anne Hidalgo sería la nueva alcaldesa, pude dormir en paz.

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Primera vuelta…

Para bien empezar la semana, los parisinos tuvieron que adaptarse a la circulación alterna impuesta por la contaminación. Yo no tengo coche así que no me molestó el dispositivo. Pero para varios colegas que viven en zonas suburbanas mal comunicadas, el tema parecía mucho más complicado: uno llevó a una colega para llegar a tres pasajeros en el coche, otro contemplaba la idea de no trabajar al día siguiente, …
Por suerte se nos llegaron algunas nubes portadoras de lluvia que limpiaron la contaminación y el gobierno levantó la restricción el lunes por la noche…
La verdad es que estos episodios de lluvia también se nos regalaron unas luces muy bonitas…

Tras pasear alrededor del puerto de la Bastille, asistí a un concierto en la ópera. Un joven director proponía varias piezas de música rusa con el orquesta de la ópera de París y sentía cierta curiosidad. Pero la interpretación me pareció demasiada contenida y no me entusiasmó.

Otro cantar fue el sábado en el Trianon en donde tocaba la orquesta nacional de Barbes. Como llegué temprano y mencionando mi esguince, pude instalarme en la fila cero del balcón. En la planta baja, habían quitado todos los asientos y pronto se llenó de gente con ganas de bailar. El grupo nos regaló más de dos horas de música con generosidad y buen humor. Total, salimos de la sala con la sonrisa puesta y con la energía necesaria para enfrentar la primera vuelta de las elecciones municipales.

Ayer pasé casi todo el santo día en una de las escuelas de mi barrio en donde se organizaba el voto. Pocos europeos se presentaron para votar y el nivel de abstención resultó bastante alto. Pero no me aburrí y acabamos, después del escrutinio, sobre las 23…
Nueve listas compitieron en el distrito 18 y como nadie consiguió mayoría absoluta, tendremos segunda vuelta.
Por cierto, como los ecologistas consiguieron un buen resultado, algunos mal pensados dicen que es la consecuencia del episodio de contaminación…
Hoy varios partidos empezaron a negociar alianzas y pronto publicarán las listas de la segunda vuelta.
De momento, es preciso descansar.

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Prematura primavera

Ya llevamos varios días con unas temperaturas primaverales pero todavía no puedo meterme en largos recorridos 🙁
Por suerte no faltaron las diversiones de todas clases.

El viernes por la noche fue cuando caminé hasta el Gran Rex en donde Pietragalla y Derouault, ayudados por los ingenieros de la compañía Dassault Systems, presentaban su última creación «Mr & Mrs dream». Al principio, la idea parece sencilla: dos bailarines bailan dentro de un cubo cuyas paredes de tela crean un decorado que cambia en función de las imágenes proyectadas. Pero en algunos momentos los bailarines interactuan con esas imágenes y crean efectos visuales realmente impresionantes. Total pasé un excelente rato y prolongué la sensación caminando rumbo arriba hasta mi casa.

Ayer empezaba el último fin de semana de la campaña electoral municipal y noté cierta efervescencia.
Por la mañana, en el mercado de l’Olive, el ex primer ministro Lionel Jospin había venido para apoyar al candidato socialista.
En medio día, la candidata del partido de Melenchon pasó al pie de mi edificio, al compás de la batucada organizada por sus seguidores.
Mientras tanto los comunistas instalaban una carpa en el bulevar y allí se quedaron un gran rato.
Al atardecer, el candidato socialista proponía un encuentro en un café al lado de mi casa. Y si no recuerdo todos los temas comentados, encontré allí a muchos conocidos con quienes compartir algunas cervezas…
Hoy pasé por el distrito 11 y noté la misma efervescencia en medio del mercado del bulevar Richard Lenoir. Pero no me paré y seguí rumbo al norte.

Por la tarde, una asociación organizaba un concierto de órgano en la iglesia Saint Bernard y quise descubrir este aspecto de la vida local. Al llegar encontré a una treintena de personas instaladas a su manera en el coro. Escogí un sitio y este toque de música clásica me vino bastante bien.
Pero al volver a casa, topé con los candidatos de la lista creada por unos ciudadanos de a pie, que organizaban un aperitivo para cosechar dinero…
¡Sólo falta una semana hasta la primera vuelta!

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Desventuras cotidianas.

Esta semana, una de mis amigas contó sus desventuras con unos repartidores. Ella da clase de gimnasia para adultos desde mediodía hasta las 10 de la noche. Por la mañana, despierta tranquilamente, juega con sus dos gatitos negros y aprovecha este momento para cargar las pilas antes de enfrentar estas mujeres que llevan su malestar bordado en la malla de deporte.
Desgraciadamente mi amiga vive en un edificio sin portero y sin sistema para filtrar las entradas. Total cuando llega algún repartidor por la mañana, entra, busca algún piso con señales de vida y, casi siempre, toca a la puerta de mi amiga.
En los antiguos pueblos la gente recibía los paquetes destinados a sus vecinos pero en las grandes ciudades, cada uno se las arregla como puede y mi amiga se niega a recepcionar los paquetes de los demás…
Entonces no contesta, el repartidor toca más fuerte, ella pone la música a tope y siguen así hasta que el repartidor renuncie…
Yo entiendo perfectamente que mi amiga no quiera meterse en el lio de las entregas y sugerí que organizara un aperitivo en el patio de la comunidad para hablar de este tema con los demás habitantes. Pero no tuve mucho éxito.
En mi antiguo piso, no hacía pedidos porque sabía que recuperar el paquete se convertiría en pesadilla. En mi piso actual, la presencia de un portero me pone la cosa mucho más sencilla. Y estos repartidores, confrontados a diario a una misión casi imposible y poco pagada, maltratados por los clientes, me parecen muy dignos de compasión.

Por suerte, desde el pasado miércoles, el sol se instaló en el cielo parisino y este toque primaveral suaviza los contactos cotidianos.

Yo sigo limitando los desplazamientos y evitando los lugares con mucha gente pero hoy me arriesgué a un corto paseo cerca de la gran biblioteca.
No me gustan los edificios modernos que construyeron en esta zona y con gusto volví a mi barrio turbulento 🙂
Unos meses atrás alguién instaló un carillón de viento en la ventana de una quinta planta. Hace poco, alguién instaló otro carillón en la segunda planta de otro edificio. Y ahora estoy buscando el tintineo que quiero escuchar en mi balcón cuando hay algo de viento. Y si seguimos así, dentro de unos meses podremos decir que vivimos en la calle de los carillones 🙂
De momento, os regalaré la foto de una de las primeras flores que conseguí en mis macetas.

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