Primavera parisina

Nada más llegar a París, tuve la sensación de meterme en una prueba deportiva.
Pronto pronto fui de compras para resolver el tema del abastecimiento y al día siguiente volví a trabajar. Empecé temprano en la oficina y a pesar de eso las primeras jornadas se alargaron demasiado…

Disfruté un primer respiro el jueves por la noche al asistir al concierto de Dhafer Youssef en el teatro del Chatelet. Por cierto a pesar de tener asientos numerados, fue preciso llegar con mucha antelación por las medidas de seguridad. Pero nada más entrar en la sala sentí mucha alegría.
La instalación es la de un teatro clásico, casi redonda, con varios niveles de balcones. Yo había escogido una butaca en la primera fila, en el centro del segundo palco. Tenía un asiento conforable y una vista estupenda sobre la sala y la escena (Desgraciadamente no tenía mi cámara).
El concierto fue un fantástico momento de casi dos horas que me llenó de energía 🙂

De momento, no tuve tiempo de pasar por las reuniones del movimiento « Nuit Debout » en la plaza de la República. Pero ayer por la tarde participé a la manifestación de protesta contra la reforma laboral de Hollande. A pesar de la llovizna, entre la plaza de la República y la plaza de la Bastille, había un montón de gente.

Radiografia del gobierno: Hay un problema

También había mucha gente en el almacen de bricolaje al lado del centro Pompidou : los primeros rayos de sol despertaron las ansias de instalar de nuevo balcones y terrazas. Yo conseguí reinstalar las macetas y mi pequeña logia ya está acondicionada.

Hoy organizaban un « vide-grenier » en la plaza de las abadesas. Cuando pasé allí, había demasiafo gente para pasear con gusto. Total seguí caminando rumbo al cementerio de Montmartre y eso me dio la oportunidad de descubrir de puntillas la discreta « cité Pilleux ».

Continuará…

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Vacaciones…

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Idas y vueltas

Ya llegó el momento de acabar con mis días de vacaciones de 2015 y repetí la experiencia del año pasado : instalarme en el nuevo refugio borgoñón y reservar viajes de ida y vuelta hacia París.

Esta semana tenía clase en el conservatorio nacional de artes y oficios y aprovechamos la pausa de medio día para probar otro sitio, cerca de la galería de los « panoramas ». Se trata de un restaurante tailandés que se llama « Baan Lao Thai » y que se halla 6 calle Saint Marc.
Cuando pasamos delante de este sitio, había una pequeña cola en la acera. Entonces preguntamos a una de las personas de la cola cuanto tiempo tardaría para entrar, y como nos aseguró que servían muy rapidamente decidimos esperar. La verdad es que no fue mucho tiempo.

Este restaurante propone esencialmente « bobun ». Cuando llegas al mostrador el primer mozo te pregunta cuantos « nems » quieres, el segundo te deja elegir entre pollo y res, el tercer te propone una selección de postres y el cuarto se encarga de las bebidas. Luego sólo falta pagar y puedes llevar tu bandeja a una de las mesas disponibles.
Yo escogí un bobun de dos nems y carne de res y de postre pedí un mango. Me cobraron 13€, lo cual me pareció relativamente razonable y mis compañeras también apreciaron. Pero ya tenemos una idea acerca del sitio que probaremos el próximo jueves.

A salir de la aula, retomé el camino de Borgoña.

Semana Santa no se celebra en Francia como en España. Pero lo que sí perdura es la tradición de regalar huevos de chocolate. En mi refugio borgoñón, el chocolatero estaba totalmente ajetreado…
Yo, de momento, resistí a la tentación.

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Vida digital…

Hoy en día son cada día más los asuntos que necesitan un buen control de las herramientas digitales y son cada día más las personas despistadas en frente de estas cosas supuestamente intuitivas…

El pasado martes pasé por la casa de unos amigos que intentaban instalar la computadora regalada por su hijo, brillante profesor de matemáticas. El padre, biólogo de alto nivel, investigador y profesor de universidad, no se atrevía a desempaquetar el regalo. La madre, auditora de buen nivel, se encargó de sacar el aparato de su caja y de conectar todos los cables. Como no conseguía conectarse a internet, llamó a su hijo y éste le contestó que todo funcionaba automáticamente… Excepto si no tienes WIFI… Reactivé mis viejos conocimientos técnicos y conseguí solucionar el caso.

El día siguiente, en una asociación de mi barrio, tocaba dar clases acerca de los trámites administrativos en línea. Para empezar pasamos un gran rato en el sitio de la caja de subsidios familiares antes de probar el sitio de «Pole Emploi», la administración que se encarga de los desempleados.
Desde principios de años, esta administración ya no propone citas reales a los desempleados : tienen que apuntarse en el sitio y luego comunican con un consejal par mail. Para las personas que asistían a la formación, apuntarse en línea ya es una pesadilla. Dediqué una hora a explicar el proceso pero no pudimos acabar con el formulario y los problemas de introducción de los datos. Lo bueno es que saben que pueden volver en otro momento y seguiremos ayudándoles.

Para completar el panorama tengo que hablar de las clases que sigo en el conservatorio de artes y oficios. El profesor considera que los alumnos tienen que venir con una computadora portatil con excel y explica que amortizado en cinco años el gasto inicial no es tan inasequible… No creo que los desempleados de la asistencia comparten esa opinión…

Y para acabar toca mencionar el último mail de haciendas anunciando que a partir de 2019, todos tendrán que hacer la declaración de la renta en línea.
¡Vaya pesadilla !

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Estrenos

Tras dos meses de « vacaciones » tocaba volver al conservatorio nacional de artes y oficios para la segunda parte de la formación que me regaló mi instituto. Para esta nueva fase abandonamos el sitio histórico y nos convocaron en el espacio secundario que se halla en la calle des jeuneurs.

Desde la calle, el edificio que se halla en el número 40 parece basicamente haussmaniano pero nada más traspasar la puerta cochera, uno descubre un patio mineral rodeado de edificios e instalaciones de los años 80. Por cierto prefiero tener clase en este sitio que en las afueras de París. Pero al descubrirlo, añoré el sitio de la calle Saint Martin.

De momento estamos en una aula que da a la calle y así podemos olvidar las paredes que necesitarían un buen lavado… Y tengo entendido que tendremos que mudarnos…
En fin, sólo serán diez días en este espacio.

Ese día, en medio día, salimos para probar uno de los sitios recomendados por el profesor.
Veinte años atrás, en esta zona de París, uno sólo encontraba mayoristas de tejidos y prendas. Las condiciones de producción cambiaron y estos comercios desaparecieron poco a poco.
Fueron reemplazados por locales de moda en donde los treintañeros pasan tiempo para comer, trabajar, intercambiar, compartir proyectos, vivir, soñar…
Entre todos estos sitios probamos uno que se llama « pur ».

El concepto es bastante original : buscar productos de buena calidad cerca de París, preparar recetas y acondicionarlas en tarros individuales. Luego proponen menús del día con tarro y postre por 10€. Y si gastas 3€ más, te preparan un zumo en el momento.

Las chicas que me acompañaban apreciaron lo que habían escogido pero yo no tuve suerte con el plato. Sabía mal y cuando lo devolví, me atendieron muy amablemente y me lo cambiaron sin problema por otra cosa. A pesar de todo, el sitio nos pareció bastante ruidoso y la instalación, de mesas pequeñas e incómodos taburetes de metal, resultó muy apretada.
Por supuesto, la gente no se eterniza en este sitio…

A ver si probamos otro sitio el próximo jueves.

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