Paseando de día

Después de una semana con este anochecer que llega demasiado temprano, quise aprovechar mas la luz del día y empecé a pasear en mediodía, alargando la pausa a su duración máxima…

Así fue como me preparé a repetir el recorrido de la pasada semana por el distrito XIII. Desgraciadamente, el lunes había olvidado mi cámara y renuncié al recorrido inicial para pasear al azar.

Entre las cosas que me llamaron la atención toca mencionar el eslogan “¡Alto al Feministan!”. Si la creación de este país imaginario demuestra cierta creatividad, no creo que proceda de un grupo muy progresista…

La repetición del recorrido por el distrito XIII ocurrió el miércoles en medio día con una colega que necesita distraerse. Lo bueno de compartir ese tipo de paseo es que también se comparten las observaciones que son (generalmente) bastante diferentes.

Si coincidimos para contemplar las casas de la plaza Jean Delay, discrepamos a la hora de escoger la casa de nuestros sueños, pero todo se resolvió a menos de un kilómetro, cuando probamos un pastelito riquísimo, antes de volver a la oficina.

El viernes, como en muchos países, se celebraba el Black Friday. Si yo no participé a esta frenesí consumista, recorrí las calles que te llevan de la plaza de la Nación al ayuntamiento de París. Lo que más me asombró fue la ausencia de clientes en las tiendas y tampoco se veían, como en otras ocasiones, personas llevando una colección de bolsos. Pero tendremos que esperar unos días para disponer del resultado de este acontecimiento.

El sábado se celebraba el día de la eliminación de las violencias contra las mujeres. En Paris el desfile salía de la plaza de la Nación y caminaba rumbo a la plaza de la República. Si no participé a esta manifestación, con gusto pasé por la plaza de la república, librada de su tráfico automóvil.

Y hoy tocaba acostumbrarse a une nueva ola de frío invernal…

A ver si resisto a las ganas de invernar.

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Viviendo de noche

Ya llevamos dos semanas con el horario de invierno y tengo la sensación desagradable de vivir de noche. En la mañana suelo viajar con el primer autobús y éste ya circulaba de noche. Pero al atardecer, todavía podía disfrutar una o dos horas de día para seguir explorando la gran ciudad.

Entre el cambio de horario y jornadas que se alargan porque varias personas están ausentes, tengo la sensación de vivir de noche y empiezo a contemplar la posibilidad de invernar, con una pila de libros por un lado y las gatas por otro.

Sin embargo, preparé una caminata por el distrito XIII para recorrer una zona en donde se pueden ver varios grupos de casas individuales. Cuando llegué todavía había algo de luz, pero pronto anocheció y no pude apreciar el encanto de esta zona y su ubicación en un contexto más amplio. Lo único bueno de este recorrido fue que pude pararme en una panadería de la avenida des Gobelins y comprar su especialidad.

Ese día seguí caminando rumbo al Sena y así fue como pude admirar las obras de restauración de la catedral. Según parece, ya están instalando los elementos de la nueva aguja encima de la nueva estructura superior. No sé si conseguirán acabar la restauración antes de la ceremonia de apertura de los juegos, pero por lo menos tendremos una silueta correcta…

Los días siguientes nos regalaron lluvias diluvianas. Me alegró porque eso contribuirá a recargar las capas freáticas, pero también me desesperó porque no tengo el equipo adecuado para enfrentar estas situaciones meteorológicas.

Por suerte hoy amanecimos con sol y tuve ganas de caminar rumbo al Sena para ver el nivel de las aguas. De momento no inundan los muelles peatonales, pero en algunas partes, no falta mucho…

Luego me perdí por la isla San Luis y sus numerosos turistas, admirando de paso, la cara diurna de las obras de restauración de la catedral.

Al volver a la orilla derecha del rio, topé con la marcha para la paz, convocada por varios artistas y caminando entre el Instituto del mundo árabe y el museo de historia del judaísmo… No tuvieron el mismo éxito que la marcha de la pasada semana…

Y ahora toca prepararse a una nueva semana nocturna ☹

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Caos cotidiano

Ya se acabaron las vacaciones escolares y las familias volvieron a la realidad parisina, con la obligación de adaptarse una vez más a la hora de invierno y la necesidad de ahorrar porque dentro de poco llega el viernes de todos los gastos.

Si París superó bastante bien la prueba de las tempestades, varias líneas de trenes regionales fueron impactadas y los primeros días de la semana resultaron muy complicados para todos los que no pueden practicar el teletrabajo.

Mientras tanto, las obras en proceso para acoger los juegos olímpicos necesitan a muchos obreros y el proyecto de ley acerca de la inmigración pone las cosas requeté complicadas.

En la puerta de la Chapelle, los obreros que construyen la sala que acogerá las competiciones de bádminton y de gimnasia se declararon en huelga con la amenaza “Si no hay papeles, no habrá juegos”, lo cual resulta muy impactante. Desgraciadamente, la empresa que dirige las obras trabaja con muchos subcontratistas, y estos últimos contratan empresas de trabajo temporal para encontrar a los obreros que necesitan. Varios sindicatos apoyaron a los “trabajadores sin papeles” para negociar la regularización de la situación, pero el proceso será probablemente largo y complicado.

Este año el día de celebración del Armisticio de 1918 cayó un sábado. Normalmente es un día festivo, pero al pasear por el centro de París no se notaba mucho ya que casi todas las tiendas estaban abiertas. Aproveché la situación para ojear algunos productos, pero aplacé las compras.

Y hoy visité los dos mercadillos de segunda mano instalados cerca de mi casa sin convicción.

También pasé por una galería que propone algunas obras de estos artistas que dan una nueva vida a la historia de Caperucita y el lobo. Pero por tercera vez, la galería permanecía cerrada… Tampoco encontré otros dibujos a azar de mis deambulaciones.

Acabo pensando que el lobo y Caperucita se marcharon de viaje…

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Tempestades de temporada

Con dos tempestades seguidas, las condiciones meteorológicas complicaron la segunda semana de vacaciones de Todos Santos. Varias líneas regionales de trenes que atraviesan zonas arboladas fueron paradas para evitar accidentes. Sin embargo, algunos trenes chocaron con piezas de madera, eso provocó averías y sus viajeros tuvieron que quedarse en los vagones porque el tren de remplazo necesitó muchas horas para llegar. Para muchas personas, los viajes de la semana se convirtieron en pesadillas.

Estas tempestades también provocaron cortes de líneas eléctricas y ahora mismo quedan unos cien mil clientes sin electricidad…

En la capital, cuando las tempestades llegaron, ya no tenían su intensidad inicial: tuvimos viento y lluvia, y algunos problemas de transportes en la red exprés regional.

Yo había renunciado a viajar hacia mi casa de campo y la llovizna me quitó las ganas de seguir cazando los lobos, así que aproveché el día festivo para visitar la halle Saint-Pierre y descubrir su nueva exposición. En este sitio presentan obras especiales, a veces un poco inquietantes, a veces también tan primarias que comunican directamente con tu corazón.

Ese día, varias obras me llamaron la atención, pero quise compartir esta pequeña colección de criaturas.

Dediqué los últimos atardeceres de la semana a buscar los dibujos de lobos en la parte Este de la capital, pero varias obras desaparecieron o fueron lastimadas ☹

Ayer, anunciaban una manifestación importante entre las plazas de la República y de la Bastille y convocaron una cantidad impresionante de policías. Así que yo pasé un gran rato calculando mi itinerario para visitar la tienda que me interesaba y pronto me escapé de la zona de protesta. Pero esta manifestación no fue un gran éxito.

Hoy amanecimos con lluvia así que me quedé con las gatas, semi invernando 😊

Continuará…

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Acabando con octubre

Ya se marcharon los afortunados que compartieron las vacaciones con sus niños. Eso significa teóricamente menos tráfico en las calles de la capital y menos gente en los transportes públicos, pero la realidad es muy diferente porque hay muchas obras con cierres de estaciones o de líneas que complican los desplazamientos de los que se quedaron en la región parisina.

Entre las vacaciones de unos y el teletrabajo de otros, quedan pocas ocasiones de compartir un café con algún colega y este aislamiento resulta algo pesado.

Como si fuera poco, las temperaturas volvieron brutalmente a la normalidad otoñal y llovió casi todos los días… Ni siquiera quedaba la posibilidad de meterse en un largo recorrido para olvidar las molestias del día.

Sin embargo, entre dos chubascos, conseguí descubrir un nuevo retrato del lobo con Caperucita.

Este dibujo me llevó a buscar en internet y encontré una lista de sitios en donde dejaron otros dibujos de estos dos personajes, así que ya tengo un programa de visitas 😊

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